Imaginaste el mar revolcando tu velero:

esa lucha fue tu insomnio

y en la cresta iba mi barco de papel

jugando a vencer las últimas palabras.

Dábamos vuelta y vuelta

en la concéntrica batalla;

nos empujaban las astas del molino

con todo y Rocinante.

Un zancudo iba paralelo a los oídos

donde el viento ni siquiera se arrastraba.

Imaginaste otro poema

diferente al mío,

escanciando el…

“No soy yo. / No eres tú. / No es nadie.”

Rafael Courtoisie

(Canción del espejo, de Música para sordos)





De pronto no soy yo,

ni soy tú- y es lo malo.

No es el nadie de Ulises

que se aleja en la marea,

no es la nada ni el vacío,

ni el espejo roto que nos hace

de imágenes improbables.

Nadie, nadie viene a preguntar

esta tarde por un mendrugo,

no viene Tatiana a prodigar el masaje

en tu espalda iluminada,

no vino…

A veces soy el otro, un poco menos yo,

el que crece en los huesos del vecino – dijo Jorge.

A veces, cuando ya me borro ante el ocaso

y caen los meteoritos al vacío,

sin luz que los retraten,

soy este indigente, con refri, con t.v.,

con una lápida sin nombre

esperándome en silencio.

Soy el último verso del poema,

el que sale al reverso de la memoria

y cumple el rito de inmolarse,

el…

Sigue el poema del placer:

no me lo perderé por nada.

Voy subiendo a tu cuello con mis labios.

No debo perderme más que en tu piel.

Este es el beso prolongado que te debo.

Me detengo en tus pechos como un náufrago.

Voy directo al ombligo como un recién nacido,

bajo a…

Yo soy tu doble- dijo mientras se rasuraba.

Estoy aquí para suplirte

cuando no quieras ser.

Soy tu doble,

doblemente sombra y negación – lo dijo

mientras alisaba la enagua sobre sus muslos;

(el espejo es un signo inseguro

en estas imágenes).

Salgo a caminar sobre los charcos,

soy la suela de los zapatos,

soy el revés de tu camisa

y viajo adherido a tu…

Pon en tus canciones el yo de los otros,

el que anda extraviado por las calles

de una ciudad sin puentes,

sé el mirador que mira a los demás,

al niño que roba la fruta en el mercado,

el que hace la fila a dos metros de su prójimo,

la que vende flores debajo del grafiti y la protesta,

sé ahora el cantor desde tu yo más colectivo,

el rockero o el trovador de la mujer que sube cansina

los cinco pisos de su…

Soy Ronaldo, Señor. Soy, Laureano, Miguel, Águeda,

Bonifacio, Amanda,

soy un triste poeta en la calzada,

en la piedra ausente, negra sobre blanca,

denme pan y cebolla, denme la cena

en las entrañas.

Soy Jorge, Rosario,

suelo matar lo que amo de un bocado,

suelo comer insectos en esta insectidumbre,

trepar a los metros en una ciudad ajena,

simular el sexo en you tube o tocar la…

Antes de entrar, quítate los zapatos,

pisa ahora el maderamen viejo,

saluda al amigo, dale un beso a su esposa,

conversa, lee un poema, prueba el vino

luego de orearlo, guarda el corcho en el gabán

como recuerdo,

respira tranquilo recostado al diván,

quítate la boina

para que reluzca tu calva o tu canosa

necesidad de no ser olvidado fácilmente.

Antes de entrar,

sacúdete de la lluvia o el…

RONALD BONILLA

Ronald Bonilla no tiene lugar.

Él siempre está esperando

alguna espada

para volverse ciego

y alcanzar las bandadas que no están.

Es un centauro con los ojos llenos

del Olimpo interior

que siempre está doliéndole

 y cantándole.

Anda escorado del azul entonces,

viajero de su sed que se arrodilla

ante dos ojos llenos de espejismos,

porque quiere soñar a…

Cuadragésimo quinto movimiento (notas místicas o mundanas)

A Laureano Albán

Al fin te llegó la hora de ir a soñar

y ser solo espíritu de la palabra.

Ya no te devolviste con tus libros atados

a los versos de la interminable enciclopedia.

Al fin te despediste dictando tu…