Murió la anciana en cualquier esquina
o en el camastro abandonado del hospital.
Casi muere el amigo
alimentando a sus perros, recolectando los huevos.
Esa mujer de treinta
con seis heridas del cuchillo de su ex,
hoy la llevan entre maderos al olvido;
sus cinco hijos viajan al orfanato en microbús.
Estamos de duelo; no te sienta el negro
como dijo Aznavour.
Mi madre de pronto dejó de respirar
un sábado cualquiera,
quizá algún viernes, como es hoy de primavera.
Trébol y carmesí,
este es el duelo…calas sobre los maderos,
reinas rosadas de la noche
en tu jardín hindú;
estoy de luto –
acaso por el mundo…, por el hermano
que lanzó sus cenizas
en el Pacífico y el Mediterráneo.
Estoy de luto y solo espero
a que vengas y cumplas el ritual de la sangre,
el íntimo placer de nuestro encuentro.
dE UN NUEVO LIBRO INÉDITO.
DERECHOS DE AUTOR PROTEGIDOS POR LEY
Comentario
Gracias, Delia, por tu comentario yh el destacado, abrazos
Gracias, Carmen Amaralis, son los duelos de todos, abrazos
Gracias, Críspulo por tu mensaje, abrazos
Gracias, Benjhamín, por dejar tu huella, abrazos
Ronald, distinguido y querido amigo, genial poema, te felicito, somos muchos los que seguimos tu duelo, bendiciones, Amaralis
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2024 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME