Solo existe el presente, esta línea sutil
de la lluvia que deviene vertical
sobre la cuerda floja del calzado.
El charco que brinca con nuestro paso resuelto.
Solo este instante, este reconocer cada sensación,
cada paisaje que vaga en la piel o en la mirada.
Solo existe el viento que iza la bufanda
a la salida del tren, o en la quilla
de todos nuestros sueños.
En la proa del olvido están las cicatrices
que solo se perciben en el ahora.
Vamos por este sendero que se bifurca,
somos los diferentes personajes de la misma peripecia,
con uno encuentro un tesoro,
con el otro me conduelo de las asperezas,
con este gozo y me sublevo,
con este me conformo y me rindo,
con aquel canto y difumino los matices del agua.
En todos muero y renazco,
sobrevivo y me enardezco.
Soy la noche, la mañana o la caricia vespertina
del que yace, atónito, ante el abismo
mientras el viento lo traspasa.
Estoy en la ducha o
en la calle percibiendo la llovizna,
o en el coche provocando la velocidad
excesiva e imprudente.
Leo cada palabra de un texto que las colocó en el orden
preciso del encanto.
Voy en el tobogán de la infancia
arropado en un saco con hermanos y ángeles.
Te beso largamente y ya percibes
la presencia de esta eternidad como la espuma.
De un nuevo libro inédito
Derechos de autor protegidos por ley
pintura inicial Evgeniy Monahov
Comentario
Gracias, Silvana por tu comentario y el destacado, abrazos
Gracias, Críspulo, por dejar tu huella, abrazos
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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