No voy a negar que te amé,
sin medida bebí el licor de tu boca
y embriagada dejé que tus brazos
me amarren como hiedra trepadora
que se enamora del muro gris
para no soltarlo y entre los dos
fulgurar en una única imagen.
No puedes negar que me amaste
en instantes de fuego abrasador
torbellino de palabras impetuosas
endulzaban mis sentidos aletargados.
No neguemos aquello que vivimos
que, aunque efímero y fugaz instante
marcó nuestro bifurcado destino.
Nélida Magdalena Gonzalez
Buenos Aires
Argentina.
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Nélida Magdalena González, gracias por compartir tu creatividad sobre este gran sentimiento humano.
Felicitaciones. Un fraternal abrazo.
J.Jesús Ibarra Rodrígues, gracias a usted por leerlo y comentarlos. Fraternal abrazo desde Buenos Aires.
MUY BELLO Y MUY CIERTO.
GRACIAS POR PARTICIPAR.
UN ABRAZO ENORME
Muchas gracias por tu comentario, Maria Mamihega. Abrazo.
Benjamín Adolfo Araujo Mondragón, muchísimas gracias.
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