EL CACHORRITO ERMITAÑO
Canela una perra orejona de hermoso pelaje, se encuentra arrinconada junto a unos pastos secos en un lugar escondido con paredes grisáceas agrietadas por el tiempo, detrás hay una cadena que parece ser, la que la apresan a ella para que no se pierda en el camino. Mira con intensidad al niño curioseando a su cachorrito que duerme plácidamente, su instinto maternal, hace que esté a la defensa de su cría, mientras que los otros cachorritos beben la dulce leche de su madre. Los hermanitos parecen querer tocar al canino solitario, pero sus miedos les frenas; pensando que tal vez, la madre pueda incomodarse, y no desea que su perrita sea tocada por ellos o por cualquier extraño.
La niña de pelos de oro y su cachetes rosaditos, mira al cachorrito ermitaño, el más parecido a su madre, aunque sus manitas no la alcanzan, solo lo mira detalladamente como queriendo jugar con su pequeña mascotica. El cachorrito sigue en su sueño tranquilizante, después de beber su alimento más preciado, la leche materna. La niña mayor de cinto rojo con su mediecita del mismo color, que le combina con su hermoso vestido, se inclina con cuidado limpiando el recinto, con un pedazo de lienzo azul turquesa y el agua que trajo del tobo gris. Ella solo quiere que los cachorritos, estén limpios de polvo o arena del suelo de caliza.
El niño con sus tirantes de colores, sus botas de acero y su jean de vaquero, sigue mirando maravillado al cachorrito que duerme, se extraña que esté separado de los otros que nacieron de distintos colores, se pregunta para sus adentros: "¿por qué no está con su mamá?, pero luego piensa. ¡Ah!, puede ser que ya comió suficiente y ahora duerme profundamente".
Canela sigue mirando al niño en la cercanía de su acomodo como si quisiese decirle: "no te acerques mi niño, no quiero que le hagas daño y no quiero hacerte daño. Mi amor maternal animal protege a mi cachorrito". El niño se aparta, como si hubiera entendido el pensamiento de Canela.
Robertico luego de mirar por ratos a la perra Canela y a sus cachorritos, le dice a sus hermanitas: "¡vámonos Margaret, mamá nos llama!, cargaré a Priscila y tu llevas el cesto de frutas".
Rosana Lamonte
Venezuela
28/05/2022
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MUY LINDO!
Re amalgamado ala imagen, gracias por participar, besitos.
Hola mamihega, vi que en el reconocimiento no sale mi nombre sino la de Iris, no me di cuenta sino hasta hoy cuando la cargué en facebook, jejeje
Gracias por comentar bella. Abracitos.
Gracias estimado Benjamín. Abrazos fraternales.
Es un relato muy tierno.
Felicitaciones, Rosana.
Hermoso
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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