El Juicio Final:

El fin del mundo no debe entenderse como “el fin del planeta” sobre el cual vive y actúa esta séptima generación humana, sino como el Juicio Final de un Ciclo, que considera exclusivamente las acciones positivas o negativas llevadas a cabo por los hombres. El Apocalipsis, por tanto, no es nada más que un proceso, preludio de una sentencia, que acaba en un Juicio: el de esta Humanidad según sus obras. 

De una manera más o menos general, se cree que cuando “Cristo venga a juzgar a los vivos y a los muertos”, los últimos resucitarán a la vida física para, en el Juicio Final, ser enviados a la Gloria o al Infierno. Ello, basado en el concepto de que “vivos” son aquellos que siguen existiendo y “muertos”, los que sepulta la tierra. Naturalmente, esta creencia, derivada de un estudio superficial e infantil de las Sagradas Escrituras, es totalmente absurda, porque absurdo es pensar que cuerpos pulverizados por la acción del tiempo, podrán recomponerse, resucitar y salir de los sepulcros para asistir al Juicio. Esto ha podido suceder por la necesidad de las masas de ser dirigidas por el pensamiento de unos pocos, que se han arrogado el derecho de pensar por todos y decidir para todos. Pero, ya ha llegado el tiempo en que las Almas advertirán la falsa sabiduría y la impostura de aquellos que, con multitud de errores, velaron la Verdad divina, obligando a los hombres a someterse a farragosos dogmas, para confusión de los simples y puros de corazón. Ya lo dijo el Maestro Jesús el Cristo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los demás la puerta del reino de los Cielos; vosotros no entráis y a los que quieren entrar no les dejáis!” (Mateo, 23-13)

Es oportuno aclarar, que lo dicho por el Genio Solar Cristo, en el capítulo V, versículos 28-29 del Evangelio de Juan, no se refiere a que los “vivos” serán aquellos que, en el retorno de Jesús, estarán aún sobre la Tierra, y los “muertos” serán los difuntos que, entonces, resucitarán. Él emplea el Lenguaje de los Cielos, y, en tal lenguaje, es obvio que tendrá que referirse a la “mayor o menor viveza del Espíritu”. Conviene recordar que “quien oye Su Palabra y cree en Aquél que le ha enviado, tendrá vida eterna”. El que no oye ni cree, espiritualmente, estará “muerto.”

José García Álvarez

Roquetas de Mar – España

apostol72@movistar.es

 

NOTA: Este escrito ha sido extraído de uno de mis libros, “¡APOCALIPSIS FINAL!”, publicado en AMAZON.

 

 

 

 

 

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Comentario

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PLUMA DIAMANTINA
Comentario de Ingrid Zetterberg el septiembre 23, 2019 a las 1:18am

Estimado José García....he leído todo tu escrito....y me ha gustado mucho.....te diré que yo personalmente creo en la reencarnación....pues cuando era niña, (tenía apenas 7 años) estaba de pronto mirando por la ventana de mi sala el paisaje de árboles y casas, y supe en milésimas de segundos que yo había vuelto al mundo....que otra vez estaba aquí...es decir, tuve la convicción de haber regresado a esta tierra. Pues ya antes he estado aquí....recuerdo que no se lo conté a nadie por entonces, ya que era niña y no entendía con mi mente pequeña lo que a mi espíritu había sido revelado. ¿Qué opinas tú de esto? P.D. Yo soy cristiana evangélica desde los 31 años de edad.


PLUMA MARFIL
Comentario de José García Álvarez el junio 4, 2019 a las 5:45pm

Gracias, María.

Siempre haré todo lo posible por dar conocimiento a todo aquél que lo haya de menester.

Un cariñoso abrazo.


DIRECTORA ADMINIST.
Comentario de Maria Mamihega el junio 3, 2019 a las 2:35pm

Muchas gracias por compartir, un placer, cariños

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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