MENSAJE SIDERAL

[José García Álvarez]

MENSAJE SIDERAL

 

Ahora vuelve del espacio, una vez las moradas preparadas, Aquél que hiciera su promesa. Antes vino por Amor y ahora lo hará por la Justicia.

En estos tiempos en que el fin ya se vislumbra, poco importa lo que niegan, si Él tanto ofrece. Es el momento de acudir al parto venturoso: primero el dolor, después el gozo, por haber dado al mundo un hombre nuevo...Mirad al Sol que, cada día, más promesas traerá con su misterio. ¡Cuántas cosas se pueden descubrir si lo miramos ! Quien fija la atención encuentra al Padre Celestial que nos encuentra a todos en el mismo océano: cada uno de nosotros es como un río...

Este es el tiempo de la Parusía. El mensaje que ahora Jesús nos trae es imperecedero, porque reside en el encuentro y no en la búsqueda. Él dijo y escrito está: ¿Quién, con su inquietud, puede añadir un codo a su estatura ? Tened confianza en la espera, puesto que ninguno crece con la inquietud, sino con la respuesta.

Mirad las dulces aves que surcan el cielo: el poder de su vuelo reside en el dominio del aire que está a cada instante bajo sus alas. Mirad el nado del pez: su fuerza y secreto reside en el dominio que tiene sobre el agua que, en cada instante, le rodea. Miremos, ahora, que la pureza de nuestros espíritus y acciones, reside en el dominio que, sobre alrededor, se pueda ejercer en cada instante. Lo que fragua y purifica el ser es la intensidad del fuego de amor interior. Y así, cada uno será como el más brillante metal.

Es la certeza de cada momento y condición, lo que hace crecer en armonía, y convertirse en lumbreras de este mundo que agoniza. Porque “conversión” significa, de por sí, sacar de una esencia una gran obra. El mensaje de Cristo tiene como base expresar lo que es el caminar por esa senda. Que la certeza tiene su raíz más profunda, no en los anhelos particulares de cada uno, sino más ciertamente, en las realizaciones que permitan el encuentro con la Nueva Tierra.

En Amor debe cada cual moverse y sentirse Amor en la Esperanza, pues eso traerá alegrías y bienestares no basados en la satisfacción de la materia, sino en el sacrificio que después hará brillar la Luz. Ahora, se debe morir cada día, porque así, cada día se nacerá, y el niño que nace es joven, vital y lleno de energía poderosa.

Hubo tiempos pasados en que todo hombre no tenía tan grata posibilidad de adquirir tanto conocimiento...Y, ahora que la hay, pocos son los que se mueven internamente y trabajan en lo externo por Amor. Y muchos son los que trompetean...

Esta es la época que el Maestro anunció: LA DE LA ESPADA. Porque muchos que fueron reprimidos por su ignorancia, se vengarán de éstos que no aprovecharon los tiempos de ocasión que ya pasaron, mientras otros sí captaron el silencio y en él se hicieron piadosos y sabios. Ellos no se vengan ni adulan: callados, actúan. Nadie del mundo los conoce, pero, pronto, brillarán como bengalas.

Mucho es lo que pretenden saber los hombres de este mundo, pero, poco saben la Verdad. El buen árbol da fruto sano y limpio, pero, el árbol marchito, nada da. Por sus frutos, se conocen. Paciencia, que en sus males morirán. No se llene la mente, porque entonces el corazón se hará pequeño. En cambio, séase corazón, todo corazón, y se será UNO como Cristo es UNO. Manejando los latidos de la vida se calmarán tempestades. No por mucho conocer del corazón, aumenta el ritmo de sus latidos, sino por SABER y ENTENDER del corazón: del propio y no del ajeno. Porque el mejor panadero da lo que sabe que él mismo necesita: BUEN PAN.

Contémplense los frutos que hoy se observan en la obra impía. Véase el fruto que ha dejado la labor del Maestro de Maestros. Mírese: porque si mucho es lo que se ha cambiado y mal utilizado, después de todo, sólo lo que es del Padre, perdura. Sea cada uno, pues, del Padre, y sea también cada uno como ese Sol que amanece con fuerza y llega a su cenit con infinita belleza, estando, en su apogeo, con Luz y Humildad.

Felices aquellos que en la Paz, esperan. Bienaventurados sean.

LOS CONSOLADORES

 

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José García Álvarez
Roquetas de Mar – España
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