Poder revertir esta historia:

ir hacia atrás por los sedimentos que el amor

incineró de prisa;

hacia atrás

que se deshaga nuestra alcoba

con un soplo a la inversa del destino,

y tu primer llanto cayendo sobre mis caricias

y las ventanas empañadas

por donde seguimos viajando

del auto…

Con este título,  de la tercera parte del poemario EL LIBRO DEL (BUEN) AMOR,  y un epígrafe que reproducimos, nos aprestamos a leer el primer poema de este segmento, del mismo nombre, Aquí les va:

III

INCERTIDUMBRE DE…

Allí atrás donde acaba

la llovizna y su calle paralela,

se inicia la montaña.

Y en la  montaña hay una piedra,

farallón incrustado,

diente solo y agreste

como una puerta de sepias…

Cuando los árboles

declinen su nostalgia

y las nubes apuren

su urgencia de celaje,

la resaca del viento en esta isla

nos hallará ovillados sobre el césped.

Y cuando yo abra el dintel de la melancolía

y te sienta doliente cual peñasco…

Este poema  DIGO QUE ES COMO EL MEOLLO DEL ASUNTO, PUES LLEVA POR TÍTULO EL NOMBRE DE QUIEN INSPIRÓ TODO ESTE PROYECTO. AQUÍ CON UN PAISAJE MARINO, UNA MUJER, UN NIÑO...Y TODO CONVOCANDO AL AMOR Y QUIZÁ A LA REFLEXIÓN.

                                                           LUCÍA

Sobre el lomo del…

Nada acaba en la sombra compartida.

Nada es tan puntual desde que nos llueve

solamente el amor.

No son agujas esas hilachas reclamadas

por el olvido tenaz de los ferrocarriles,

estos que siempre vuelven cansinos al invierno.

Nada es suficiente contra la sal

y…

NUEVE MINUTOS

Nueve minutos para ti, poema,

y que ella venga

sonriente al mediodía,

deshaciendo la red de mis corbatas.

Sí, siete minutos para que seas

revelativo, emocionante, lúdico,

estético, profundo,

contestatario y absurdo,

y todo mientras ella viene,

yo me seque del sol sólo el pañuelo

y vuelva a ver su ventana

traslapada por mis ansias,

y diga al fin…

Así me convocas:

No requieres ahora las palabras,

sólo el instinto de tu piel manando,

telúrica red que bendice las enzimas

del olfato de lobo que aún me resta.

Así me convocas,

sed de la noche, hambre del día,

así, esposa toda,

toda llena de lunas indomables,

embriaguez de los…

Yo ya me decidí.

Y decidí los nardos y las calas.

Me decidí por ti.

Por ti he conjurado el peligro

de las emigraciones

hacia este faro en la montaña,

desde donde estamos oteando

esta ciudad inmerecida.

Y decidí por mí

escoger tus besos como la última sangre

de tantas estaciones.

Sé bien que me esperabas…

Hoy convoco estas palabras aquí

donde mi hálito se desborda por tus sienes,

sobre tu nuca,

soñando con este amanecer.

Es Dios o es el hombre que lo dice

o lo desdice,

sereno ante la noche,

imperturbable,

o quizá después del grito incoherente,

la…

Mi boca está reseca en su lugar.

He atravesado muchas calles

que antes no tenía, muchas piedras y edificios

entre esos bulevares

He visto mosaicos diminutos que imaginan

árboles, dragones de colores invitando

al salto de las aguas.

También he platicado

con estos…

                                                           “Verte desnuda es comprender el ansia

                                                           de la…

Inicio la segunda parte de El libro del (Buen) amor, con su título y su epígrafe y el primer poema, SED SIN FRONTERAS, escrito en mi breve estancia en Barcelona, 2006.

II

SED SIN FRONTERAS

Ya no debo acarrear estas briznas

contra el frío: tu calor ya me…

¿Ahora qué debo hacer?

Algo más que seducirte,

invitarte a la alborada que nos nace

- quizá a destiempo -

cuando tantas llagas nos marcaron

con esas serviles estrías del pasado.

Olvida tantas palabras que imaginé

para buscarte en otras,

ahora que eres la que he…

                                                           “Verte desnuda es recordar la tierra”.

                                                                              Federico García Lorca.

¡Cuánto de miel o de veneno

habremos de bebernos…

Esta noche en que te sueño

voy a recordar:

tú envolviéndome el pecho en una cruzada

mayor que la ternura y sus signos extasiados.

Esta noche imposible de tanta lejanía

en que te tengo, mi pequeña,

letal por la distancia,

heliconia fecunda de mi sed,

boca cabal…