ESPERA

Te espero, renuente

en cada recodo

del acantilado donde

el puente sigue en vaivén.

Te reclamo impasible

en los delirios de medianoche

cuando vacía la segunda vocal

vuelve apagarse doloroso, mortalmente.

Te reclamo ahora

que la distancia

desangra eslabón tras eslabón

las pocas penas que quedan.

Te necesito aún más

en este cautiverio

que…

AGUA REDENTORA

Serán las clarinadas

del amanecer súbito

o al fin las espadas

se clavaron en el pecho.

ALAS BLANCAS, DE FUEGO

Dentro las cataratas

más límpidos del ser

aladas ambas surcan etéreas

distancias tan solo buscando

total libertad y espacio ilimitado.

A la mitad de los años otoñales

con aquella blancura inverosímil

se fue fundiendo cada vez más

en el crisol de la piedra cóncava

y del agua subversiva del puquial.

Fue necesario la convergencia

inaudita, apasionado y…

TU SILENCIO

Y ahora, el silencio

en cada ojerosa mueca;

nueva palidez melódica

en el entorno, ya sin ti.

Cómo queda a solas

la acompasada simbiosis

de los ojos risueños, tristes

sin la canción de los vencidos.

En estas horas verticales

se agudiza el quebranto

del ensueño agonizante entre

lejanas lluvias anónimas.

Cuánto espacio dejas

vacío, no solo…

MURALLA MATERNAL

Madre, fuego vivo cuando

las sombras arrastrándose

tratan de ocultar la tenacidad

de tu luz y la ternura infinita

con los que se edifica, la vida.

Tus afanes ilimitados

tienen la grandeza majestuosa

de la montaña más singular donde

el trino y el brotar límpido del latido

de los rocíos, son semillas humanas.

Madre andina, mismo relámpago cuando

apacible tu…

SUEÑOS COLORIDOS

Evanescente caída de alta catarata

tan sola tú sabes cómo pulverizar

la luz para en manojos teñir

las aureolas, policromía de matices.

Inmóvil, solemne, indolente, estoico

cual piedra prisionera de los abandonos

dime a solas ¿por qué estando muda,

eterno, llevaré tu carga noche y día?.

Tiritando hasta el neurálgico balbucear

sorbo a sorbo en esta cantimplora…

AGUITA CRISTALINA

Rondando a la noche

tropecé sin querer

con la mirada ausente

de un manantial extraviado.

Después de tanto

desconsuelo y turbiedad

anidando en el recorrido

pude al fin sentir su canto.

De paso melodiosa,

sinuosa y tierna

frialdad su corriente como

si fuera pliegue de llantos.

Tanto y tanto fue

esta búsqueda que

llegué hasta el…