La vastedad.
Un cielo añil, un mar embravecido
con silencio de pájaros.
Arena gris.
Más allá de esas rocas y este espacio
estará el sitio de los hombres nuevos,
aquellos que cumplidos los mil ciclos
nacerán más allá de toda afrenta.
Hacia allá irán, vendrán de mil lugares,
y allí la nueva tribu irá creciendo,
integrados al alma de las cosas
humanos nuevos con los ojos buenos.
Por fuera de ese valle irá quedando
la tristeza dejada por la otra humanidad
y serán esos hombres, pensantes, solidarios
los que harán los caminos de una tierra de paz.
El tiempo será el tiempo por detrás de los hielos,
cuando la tierra empiece de nuevo a renacer,
y será el canto puro de niños de ojos claros
la exégesis que narre un todo universal
La vastedad.
Un cielo añil, un mar embravecido
con silencio de pájaros.
Arena gris.
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MUY BONITO, UN ABRAZO.
Hola. Un gusto leerte. Mi visita es como jurado designado.
Es un bellísimo poema, María del Carmen Díaz.
La felicito.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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