Hay días buenos y hay días malos
En los buenos puedo recordarte
Te proyecto en todo tu esplendor
Te toco, te abrazo y te beso,
Sonrió y siento esa sensación irrepetible
Totalmente irreversible como los años
Tu luz todo lo invade, todo lo irradia
La alegría se siente en todo mi ser,
No existe carencia pues tú lo llenas todo
No ambiciono nada que no sea verte sonreír
La plenitud llega descansando en tu amor
Y yo descansando en ti, cada día más me enamoro.
En los malos te lloro,
Me obligo a ser fiel a mi palabra de esperarte;
Mantengo el mismo sentimiento en mi raíz
Que fluye como la vital sabía que en mis labios dejaste
Respiro impaciente mis noches sin tus estrellas
Balbuceando mis deseos taciturnos y melancólicos;
Me diluyo extrañándote al finalizar cada día
Me escondo en mi rincón a esperar
Esperar el final del día, el final del tiempo
Y por supuesto el final de tu amor
O quizás, si llega primero, mi dulce final
Cierro los ojos y con fuerza te añoro
Deseando que el día siguiente sea uno de los buenos.
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Hola Silvana muchas gracias por tus palabras y por leerme.
Gusto de leer su inspiración poética.
Saludos cordiales, poeta.
Teodora
Muchas gracias Teodora, gracias por leerme y dejar tu comentario, lo agradezco mucho abrazos.
Gracias por participar
Gracias a ti por comentar, saludos
Bella y profunda inspiración poética estimado autor, un gusto disfrutar de la lectura. Mis felicitaciones, un cordial saludo.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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