DESEO EXTENDIDO SUBLIMADO
Hoy desperté ceñida
a tu virilidad serena,
me agradó tanto mirarte,
tenías los ojos cerrados a la luz
y la mente abierta a los sueños;
tu cuerpo… un roble bajo el cielo,
o el cielo que bajó como un roble
a enraizarse en mi lecho
y en mi entelequia.
Mis manos como alas en vuelo
cuando revolotearon
a explorar tus poros,
tus canas y tu sexo.
Y sonreí callada,
como brisa que observa el ciclón sosegado,
como alba que pisa el filo de la noche,
cual madurez feliz a mocedad pasada,
relajados tus brazos,
tus canas en la almohada,
las huellas del tiempo en tu cara,
experiencias y heridas
catadas con mis labios.
Fue un deseo diferente
un deseo sublimado y extendido
de despertar por siempre
yo a tu lado… tú al mío.
Fue un deseo diferente
al de la noche mágica,
un deseo extendido sublimado
en las hilachas del fuego del alba,
y en la elipsis de mi canto.
Y te acaricié
-con el resplandor
de mi mirada iluminada
y el misterioso lenguaje
de mis dedos festivos-
desde el cabello a los pies.
Tú, plácidamente, no te percataste
pero el amor fue testigo.
©SorGalim
MIlagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueño
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Precioso poema, tiene el erotismo sereno que dan los años al amor.
Me fascinó. Gracias, Milagros, por el disfrute de leerte.
Feliz 2020.
Gracias, querida Delia
Este poema es un documento de la suavidad e intensidad del amor en la edad en la que éste es mayor que las hormonas
¡BRAVO!, Milagros
Gracias, querido Ernesto.
Este es un poema hermoso, maravilloso que me ha cautivado.
Una gran obra literaria.
Gracias, querido Eduardo.
Poema muy bien logrado. No es precisamente erótico, sino mucho más que eso. Es una belleza.
Un abrazo, Milagros querida.
Gracias, querido Ángel.
El poema que leo ahora tiene el lirismo propio de la poesía, en un tema universal como lo es el erotismo. Grata lectura que guarda la emoción expresada en el fuego del alma.
Es difícil componer un poema sobre el erotismo y lo has logrado con el misterio del lenguaje de la poesía.
Un abrazo.
Alejo
Gracias, querido Alejo.
"...Y sonreí callada,
como brisa que observa el ciclón sosegado,
como alba que pisa el filo de la noche,
cual madurez feliz a mocedad pasada,..."
Qué distinto es todo, hasta en esos momentos
cuando el silencio en compañía solo nos permite una sonrisa
¿de felicidad?, ¿de resignación?,
pero por lo menos nuestro rostro sonríe a la Vida,
y solo el amor, es testigo.
Divinamente escribes, querida Milagros.
FELICITACIONES.
Gracias, querida Iris.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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