En un risco nevado, a gran altura,
un cóndor retozaba con delirio,
y, agitando sus alas con premura,
rogaba al cielo el fin de su martirio.
*****
Recordaba pasadas aventuras,
cuando, juntos, pasaban gratas horas
desafiando las místicas alturas,
bajo el claro fulgor de las auroras.
****
El cóndor parecía meditar:
Soy un paria, que vaga sin ventura;
mis penas ya no puedo soportar,
Partiré de este mundo, con premura.
Comentario
Gracias, querida amiga, Milagros, por tu amable opinión sobre mi escrito.
Recibe un cordial abrazo,
Conmovedor ,EXCELENTE
Gracias
mary
Querido Nolbert, has hecho unos impresionantes serventesios. Ese cóndor refleja lo que puede suceder en un ser humano . Un aplauso para tu excelente poema.
Aterrador, conmueve.
¡MUY BUENO!
Shalom amigazo
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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