TERESONA
En la geografía de mi ciudad nativa hay, al poniente, un cerro que lleva por nombre Teresona. Se desconoce de donde provino el nombre. Solo la gente sabe que así se ha llamado, cuando menos desde la época colonial. Ni los más acuciosos investigadores de la historia lugareña han logrado desentrañar la génesis de su nombre.
La pereza existe en nuestra geografía toluqueña. Basta ver, noche a noche, día tras día, postrada con una economía absoluta de movimientos a la Teresona. Cerro que se ha echado sobre sí mismo, pretendiendo, como un gigantesco perro fiel, estar a los pies de la ciudad de Toluca y sus transformaciones, pero sin casi intervenir en esos cambios. Algunos viejos de la comarca incluso hacen notar que La Teresona, poco a poco, conforme avanza la hecatombe de la postmodernidad se ha ido volteando de espaldas para no testificar la catástrofe, pero -dicen- es tan noble su entraña huevona que eso no es notorio, casi no se percibe. Ciertos científicos pacientérrimos han tomado la decisión de cotejar fotografías que habrán de ser tomadas, puntualmente, cada doscientos años, para lograr averiguar si tal vuelta de espaldas es confirmable.
Amiga fiel, Teresona,
desde el aparente
desdén de tu nombre
alabo
tu incomovible estar.
Eres lo más constante que conozco
desde las tempranuras de mi infancia
la montañización de la constancia
y la manera más pétrea de ser fiel.
Tu feliz cobijamiento de casuchas
me permite creer que la pobreza
es un piojo insolente que soportas
porque tu ternura es capaz
de
no
moverse;
quiero ser como tú mil, dos mil años,
para entender en piel qué es la paciencia.
Asolearme el rocoso lomo,
tejer pacientes forestales
cuitas
y
demandar
un
sitio
para
mi
desventura
con esa dignidad tan plena que tú habitas.
Teresona, nombre de mujerona
de celestial burdel,
madrota de la historia de Toluca:
partera humilde,
silente compañera,
rocosa comadrona
de los niños que fueron despojados de sus redes.*
(Continuará)
*Se dice que los Matlazincas, fundadores del Valle de Toluca, fueron una tribu, vecina de los Aztecas, y en alguna ocasión sometidos por ellos.
En el matlazinco, lengua que hablaban, "matlazinca" significa los hombre de las redes, debido a que este Valle fue, ya no lo es, lacustre y la ocupación principal para sobrevivir era la pesca.
Comentario
¡Mil gracias, Aimée querida, ya pronto llega la segunda parte y final de este poema; excelso fin de semana!
Genial tu compartir y es cierto que la pereza es mala consejera, retrasa los procesos y como que no espera nada en lo absoluto, solo pernoctar en su propia holgazanería.
El poema final encantador, le da un cierre magnífico a tu obra.
Siempre es un placer detenerme en la lectura de tus creaciones.
Ellas llevan tu sello muy personal.
Un abrazo amigo querido.
Gracias, Roberto ¡...y mira, todavía continuará, porque es muy extenso...!
¡Gracias, Bethzaida querida, halagueños deseos y opiniones de tu parte!
Muy bueno Benja, siempre das frescura al leerte, abrazo
Gran relato Benjamin.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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