Beee beeee!!
baló el cordero en la montaña.
Beee beeee!!
respondió el eco.
¿Eres mi eco? Preguntó el cordero
Soy tu llamado, respondió el eco.
El cordero no se lo pensó dos veces
y partió en busca del eco.
Nunca más de él se supo.
Y cosa extraña,
ese mismo día,
en el valle apareció un hombre,
danzando,
riendo y cantando.
Diciendo a todos
que antes se llamaba cordero.
No te asustes,
no está loco.
Bueno, sí lo está,
porque,
a la plateada luz de la luna
te sacará a bailar
susurrando en tus oídos
todos los ecos del mundo.
Comentario
Hermoso poema, se siente como el cordero de Jesús, donde al oído te llega el eco de la razón. Felicidades poeta Armando.
Precioso y profundo poema, Armando.
Fue un gusto la lectura.
Me uno al DETACADO de nuestra compañera, María.
HERMOSO CUENTO, MUY HERMOSO. GRACIAS POR COMPARTIR.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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