PARADURA, ROBO Y BÚSQUEDA DEL NIÑO
Es una manifestación cultural popular propia de los estados andinos y de otras partes del país con contingentes humanos importantes de esta parte de la geografía venezolana. Se lleva a cabo a partir del 25 de diciembre y concluye el 2 de febrero, Día de la Candelaria, como pago de promesas.
Conforme a las fuentes documentales consultadas, el anfitrión – dice la periodista Claudia Delgado B.- ejecuta todo lo relativo a la organización, como lo es el arreglo con músicos, rezanderos y cantantes. El evento principal se realiza en la sala donde esté ubicado el pesebre.
Tras los actos devocionales, con canto que suelen llamarse Divinos, se pasea el Niño Jesús, cargado en un pañuelo alrededor de la vivienda, y los asistentes llevan cirios encendidos. Luego, viene la Paradura del Niño, en el que los padrinos escogidos levantan de pie la imagen, acompañado de versos y cantos, para dar paso a un brindis y votos por la buena fortuna y salud de los presentes.
Previamente acordado, una persona sustrae la imagen del Niño y lo coloca en otra casa. Los dueños emprenden su búsqueda de casa en casa, acompañados por los músicos, hasta llegar a su paradero, para luego ser devuelto a su sitio de origen en medio de cantos y cohetes, y obsequios a los visitantes.
Sin embargo, como lo observa Manuel Antonio Ortiz, “En algunos casos, hay representaciones de sincretismo temporal, en las cuales aparece -además de la figura de un bebé- un niño como de 9 años, mostrando otro momento de la vida de Jesús”. Lo es “También el hecho de la propia Paradura, que es poner al niño de pie para que camine, es otra manifestación de esta condición temporal”.
Respecto a esa manifestación escribió Enrique Alí González Ordosgoitti en Diario Insular el 12 de febrero de 1992:
-La paradura del niño, es el nombre de un conjunto de acciones religiosas populares para rendirle homenaje y respeto al Niño .Jesús. Su área de difusión en la Venezuela del Siglo XX (de los siglos anteriores no conocemos referencia escrita) se circunscribió a los Estados andinos (Táchira, Mérida y Trujillo), pero a partir de la década de los 20 es posible documentarIa en otras áreas del país como Caracas, producto de las intensas migraciones de los andinos hacia el centro de Venezuela, estimulados por la hegemonía de los tachirenses en la presidencia de la República, ininterrumpidamente desde 1899 hasta 1945 luego desde 1948 hasta 1958… y cincuenta o sesenta años después ya son consideradas tradicionales por las comunidades residenciales metropolitanas, tanto criollas como étnicas euroamericanas (luso-venezolanas, en nuestro ejemplo).
Siguió señalando EAGO que “La paradura del niño comprende varios aspectos o fases que pueden variar según la localidad a la que nos refiramos, en el caso de Marín (San Agustín del Sur) son los siguientes:
los personajes principales son los integrantes de la sagrada familia: José, María y el Niño Jesús, quienes pueden ser representados por personas de la localidad o por imágenes, los padrinos, pastores (personas o imágenes) los músicos. La manifestación se realiza de esta manera: los padrinos y los músicos llegan a la casa donde está el pesebre, comienzan a cantarle al niño salves, romances, seguidillas, conjuntamente con todas aquellas personas presentes que así lo deseen, Luego los padrinos extienden un pañuelo en donde colocan al Niño Jesús (acostado), y se procede a realizar el paseo o procesión del niño por algunas calles cercanas a la vivienda donde está el pesebre. Al finalizar el recorrido, se entra a la casa y se coloca nuevamente al Niño Jesús en el pesebre para dar comienzo a la adoración al niño, la cual consiste en que los presentes que asilo deseen besen al Niño Jesús en algunas de sus partes. Finalmente llega el momento culminante de la manifestación.. .Los padrinos toman cada uno por un brazo el Niño Jesús y lo paran, terminando así la parte religiosa devocional y comenzando la festiva, comidas y bebidas (antes de la paradura no se puede beber licor), para todos los presentes”,
Luego explicó:
-De lo anterior se desprende la importancia de la imagen del Niño Jesús y de la acción de la paradura del mismo. Aquí entra lo novedoso de la manera como lo celebran en Marín: la imagen del Niño Jesús acostado, cuando se realiza la acción de pararlo, es cambiado por la imagen del Niño Jesús parado proveniente de Portugal y que según los informantes, es usual dicha imagen en esa república ibérica. Esta imagen fue traída de Portugal hace 27 años, como regalo de matrimonio para una pareja de luso-venezolanos que viven en Marín, quienes afirman que es tradicional en su país de origen colocar al Niño Jesús parado en el nacimiento.
EAGO observó en ella “un proceso de conculturación entendido como libre intercambio de culturas entre los diversos grupos humanos, entre una comunidad criolla afro, ampliamente dominante en Marín y una comunidad luso-venezolana, minoritaria en la localidad, pero que sin embargo a partir de signos culturales comunes (pertenencia de ambas comunidades a la cultura católica y particularmente a la devoción del Niño Jesús), pudieron establecer puentes de comunicación cultural que mantienen el núcleo central de sentido tradicional de la manifestación ya su vez, abonan para cambios en la imaginaria y cambios también en la percepción que de si y de la otra tiene cada comunidad, ayudando al mantenimiento de enriquecimiento de sus identidades culturales”.
Finalmente hizo siguiente recapitulación:
-1.- La paradura se vino de los Andes en las migraciones campo- ciudad a principios del Siglo XX.
2.- Al contacto de diversos grupos andinos con otras comunidades, con las cuales se compartía el elemento común de la catolicidad, se produjo una conculturación, caso de la comunidad criolla afro de Marín, proveniente fundamentalmente de Barlovento y
3.- Esta comunidad criolla afro, mayoritaria en Marín, participa a su vez en un proceso de conculturación con un pequeño grupo luso-venezolano.
Otro aporte que conduce a un mayor conocimiento de la manifestación cultural lo hizo Elizabeth Haslam C. Para ella se trata de una fiesta que se celebra en Táchira, Mérida y Trujillo y también en Barinitas (Barinas) y Biscucuy (Portuguesa). Igualmente en Caracas y Miranda por algún nostálgico de los lugares mencionados. Se realiza entre el 1 de enero y el 2 de febrero, día de Nuestra Señora de la Candelaria.
La ceremonia está constituida por varios actos: el paseo del Niño, el beso, la paradura, la adoración, las peticiones, el rosario, las letanías y el bendito, a lo que se agrega el robo del Niño y su búsqueda. Durante la ceremonia los cantores entonan versos alusivos a cada evento, al son del bandolín, el cuatro, el violín, el triple y las maracas.
Los dueños de la casa reparten las velas a los presentes, dándoles a los padrinos las más grandes y mejor adornada. Estos últimos colocan la imagen del Niño Jesús en un pañuelo que es tomado por sus cuatro puntas, y dan comienzo al paseo (en el interior de las casas o en las calles). Se escucha entonces:
“Prendan ya las velas
para que haya luz
para celebrar
al Niño Jesús.
(...)Vamos al paseo
Vamos al Jordán
y verán al Cristo
bautizando a Juan.
Vengan los padrinos,
vengan para adentro
que han paseado al Niño,
el Dios Sacramento”.
Luego los padrinos se van hacia el pesebre y, arrodillados, besan la imagen y la dan a besar a los demás:
“Todos de rodillas
ante el altar,
besen al Niñito
Si lo han de besar”.
Después se levantan y realizan la paradura: colocan de pie (paran) al Niño Jesús en el nacimiento, entre San José y María:
“Paren ese Niño,
párenlo ligero,
que se acerca la hora
de subido al cielo”.
“Los actos que siguen -observa- son la adoración: «Ya vamos pastores,/ vamos a adorar,/ al recién nacido/ que está en el portar”; las peticiones: “Yo le pido al Niño/ por si les conviene/ que nos tenga buenos/ el año que viene”; el rosario: “Ya las peticiones/ tienen buen sumario,/ apaguen sus velas/ que viene el Rosario”; las letanías: “Alabemos todos/ a José y María,/que llegó el momento/ de las letanías”, y el bendito: “Digamos alegres/ versos al Niñito/ para que empecemos/ cantar el Bendito”.
Hasíam C., sin embargo, advierte:
-Pero la paradura se complica si al vecino que le corresponde la ceremonia, se tarda en hacerla. Entonces, todos se ponen de acuerdo para el robo del Niño: se le roba de su pesebre la imagen infantil y se coloca en el pesebre de otro vecino. De esta forma se le obliga al olvidadizo vecino organizar la búsqueda del Niño perdido.
-Entonces, San José y la Virgen, pastores, Reyes Magos y padrinos salen de noche con sus velas encendidas a buscar de casa en casa al niño robado. Los músicos indican los pasos de la búsqueda.
Vamos en busca del Niño que del Portal se ha perdido, vamos reyes y pastores, vamos padres y padrinos.
Después de recorrer el vecindario, los caminantes llegan a la casa donde está escondido el Niño y tocan tres veces la puerta entonando lo siguiente:
“De tres toques que se dan
hemos dado ya el primero:
preguntamos si está el Niño
que buscamos con esmero.
Este es el segundo toque
que a la puerta hemos de dar:
preguntamos si está el Niño
que venimos a buscar.
De tres toques que se dan
ya llegamos al tercero
preguntamos si está el Niño
que es nuestro Dios Verdadero”.
Con la última estrofa se guarda silencio y si la gente de la casa se demora mucho en contestar se forma todo un contrapunteo entre los que están adentro y los que están en la calle.
“Nueve de la noche
cuando se perdió.
Al niño Jesús
sólo busco yo.
Señores de afuera
no sigan buscando
que en alguna casa
lo tendrán guardando.
Yo no tengo al Niño
que a usted le robaron
en mi casa estaba
y se nos perdió.
Será en otra casa
que al Chico dejaron
dueño de esta casa
fue quien lo robó.
Señores de afuera
no sigan porfiando
San José y la Virgen
están muy cansados
de buscar al Niño
y no lo han hallado.
Al Niño Perdido
síganlo buscando.
San José y la Virgen
bien pueden pasar
Reyes y pastores
llegan del altar
y también al Niño
vienen a buscar.
Que el Niño en su cuna
dormido ha de estar”.
Los de la casa abren sus puertas y dejan entrar a los visitantes. La Virgen María se acerca al pesebre y toma al Niño y lo entrega a los padrinos que lo colocan del pañuelo (agarrado por las cuatro puntas) y lo llevan de regreso a su pesebre original.
A los dueños de esta casa
muchísimas gracias damos
por habernos entregado
al Niño Dios que buscamos.
Al llegar el Niño al punto de partida se procede entonces, a la Paradura del Niño.
En Santa Ana del Norte, Municipio Gómez del Estado Nueva Esparta, el cultor popular José Moya incluye dentro de los eventos del Nacimiento Monumental que elabora cada año, el robo del Niño. En Pampatar, Municipio Maneiro de la misma entidad federal, el extinto Fondo para el Desarrollo del Estado Nueva Esparta (Fondene) hizo un intento no exitoso para incorporar esta manifestación al acervo cultural decembrino de esta parte del país.
Finalmente en Caracas, el 6 de febrero de 2005, la periodista de El Universal Elizabeth de Ornelas dio cuenta de la realización, por parte del gremio patronal Fedecámaras, de la Paradura del Niño como una manera de rescatar las usanzas típicas venezolanas.
Desde su sede ubicada en la urbanización El Bosque y entonando coplas propias del Estado Trujillo, los integrantes de los talleres de cultura popular “Proyecto Danza Infantil” y “Recuerdos” de la Fundación Bigott salieron en procesión, seguidos de los padrinos, hasta un restaurante del sector en el que se encontraba el niño secuestrado.
Los fuegos artificiales estallaron a lo largo del desfile, mientras los agentes de la policía de circulación de Chaceo se encargaron de abrirle paso al cortejo.
Eduardo Omaña, director del grupo “Proyecto Danza Infantil, explicó que el robarse al Niño es una cuestión muy simbólica. Relató que de acuerdo a la tradición andina se transita en la búsqueda por siete casas, cantando coplas. “Nosotros estamos haciendo versos de los pueblos trujillanos. Cada pueblo de los Andes tiene una forma diferente de hacer los versos, según su composición métrica’, dijo al señalar que en los Páramos son octosílabos y en Trujillo son cuartetas.
Sin embargo, en esta ocasión la procesión se dirigió directamente hacia donde se encontraba la figura, porque no contamos con la participación de los demás vecinos. Tampoco se realizó la representación del arresto de la persona que efectuó el robo por parte de los soldados romanos, quienes lo atan y lo llevan hasta la casa donde fue sustraído el Niño.
Después de rescatar al Niño, colocarlo en el nacimiento y rezar el Rosario, los participantes degustaron el miche, chicha y bizcocho andinos, así como la leche de burra.
La presidenta de Fedecámaras, Albis Muñoz, le explicó a la periodista que la Paradura del Niño es una de las tradiciones más antiguas de los Andes y data de desde hace alrededor de 200 años.
Según AM, “difundir esta usanza significa fortalecer la religión, rescatar valores y fomentar el turismo”.
Esta festividad se celebra en los estados andinos de Mérida, Trujillo y Táchira, con algunas variantes en el tamaño de las copias y en los días de celebración. La familia suele reunirse para rezar y preparar platos y dulces andinos.
Eduardo Omaña le señaló a la periodista que “los habitantes del pueblo se ponen de acuerdo acerca de robarse el Niño de una determinada casa, sin que el dueño se dé cuenta”. En el lugar dejan una nota explicativa del robo, y “A los dos o tres días va una persona con un recado indicándole al propietario cuándo van a salir a buscarlo”.
EO añadió:
-Durante el recorrido que se lleva a cabo por siete casas, las personas van cantando coplas. Quien se llevó al Niño le brinda a la comitiva comida y bebidas. Después, los padrinos en un pañuelo de seda devuelven en procesión a Jesús hasta el lugar de donde fue robado. Allí rezan el Rosario y luego paran a la figurita en el pesebre entre María y José. Esta búsqueda lo que trata de reflejar es la vivencia del Niño Jesús cuando se le pierde a José y María, y luego lo encuentran en el templo. Esta tradición data de finales del siglo XVII. La Paradura del Niño se forma con los elementos de las tres culturas que coexistían en Venezuela como son la de los indígenas, africanos y españoles.
Más información. El sábado 17 de enero de 2009 en el portal “Pa’Mérida” apareció un interesante documento en el cual se explica cada uno de los eventos que hacen posible esta manifestación cultural popular.
-Las paraduras del Niño Jesús –explica el autor del texto no identificado- es una devoción tradicional de los Andes Venezolanos. Es una fiesta donde se celebra el nacimiento de Jesús. Se realizan entre el 1ro de Enero y el 2 de febrero aunque muchas veces este pueden ocurrir mucho mas allá quizás por promesa o falta de músicos o rezanderos.
Y añade que “Son muchas las costumbres y formas de realizar una paradura, que en solo 10 kilómetros de distancia encontramos diferencias en los cantos y las melodías”, pues “Muchas familias tiene una fecha fija para su paradura, por lo general es el día de Año Nuevo, 1ro de enero, el día de Los Santos Reyes, 6 de enero o el día de la Candelaria el 2 de febrero”.
En efecto, hay “Paraduras rezadas”, que “Se realizan con un Rosario al Niño con un pequeño paseo durante las letanías”. Su desarrollo es así:
1.- Se empieza con el rosario, al momento de empezar las letanías, se encienden las velas, Los Padrinos del niño se hincan frente el pesebre, la Madrina debe sostener las velas mientras el padrino levanta al Niño Jesús; luego se levantan y dan un paseo. Al terminar el paseo los padrinos deben hincarse frente al pesebre y el Padrino coloca al niño Jesús parado en su cuna.
2.- Se apagan todas las velas, excepto la de los padrinos las cuales deben colocarse frente al pesebre.
3.- Terminado la ceremonia, se reparte el bizcochuelo y el vino, y si es gusto de los anfitriones también se reparte un dulce como quesillos, gelatinas, cabello de ángel, etc.
Hay también las Paraduras Cantadas, que son las más tradicionales.
-Un grupo de músicos paradureros,-indica el texto- formado generalmente por dos violinistas, un cuatrista, un guitarrista, un maraquero, dos cantadores y un rezandero, por lo general el cantor principal es el rezandero.
En esta modalidad se compran “los ingredientes para realizar los bizcochuelos, leche 'e burra o ponche andino, vino pasita (vino de cambur), morteros, velas, miche andino e ingredientes para una comida salada con su postre.
Y “Para el día de la paradura se estila vestir el pesebre con flores, abrisas, se retoca un poco el musgo y el portal del niño”. El alumbrado es imprescindible.
-Ya cercana la hora de la paradura –se explica- empiezan a llegar los invitados y los músicos, se les empieza a brindar ponche andino y miche.
Los músicos empiezan a tocar frente al pesebre, merengues, valses, porro y guarachas, esto toques van encendiendo la fiesta del Niño Jesús. Esta música es exclusiva para el Niño Jesús, no se debe bailar.
Al estar todo listo, invitados, padrinos, músicos, cantores y rezanderos se procede a preparar la paradura, un indicativo de que está todo listo es un paño frente el pesebre, lugar donde se hincarán los padrinos.
Se reparte el alumbrado, por lo general los padrinos de niño tienen velas mas grandes, junto con la vela también de reparten luces de bengala.
Todas las personas se colocan de pie, y los músicos y cantores de ubican frente el pesebre; se empieza la ceremonia con un pasacalle, el cual le dará la entrada y el tono a los cantores encabezadores.
Cada verso le indicará a los padrinos qué debe hacer durante la
Por ejemplo:
Al portal nos vamos
Con mucha alegría
a adorar al niño
hijo de María.
Dulce Jesús mío
Mi niño adorado
Ven a nuestras almas
Ven, no tardes tanto
Más adelante se señala:
-Con los versos se va materializando la paradura, los cantores van indicando cada uno de los pasos a seguir. Se empieza dando gracias al señor por mantenernos vivos y sanos en este año nuevo, luego se procede a encender las velas, los padrinos se hincan, toman al niño y salen de la casa a un paseo, dependiendo de lo largo del paseo, los versos se dejan de tocar y los músicos tocan un pasodoble, al llegar a la casa, se retoma los versos. Los padrinos deben pararse frente a la puerta, esperando que los cantores indiquen la entrada, luego se encamina la procesión al pesebre. Los padrinos se hincan y colocan al niño en el portal de pie, se dan las gracias por la paradura y luego le seguirá el rosario, pudiendo éste ser cantado.
Es el padrino el participante que debe tomar y colocar el niño en el pesebre.
Luego del paseo se reparte el bizcochuelo con vino.
En esta parte del país el Rosario es cantado.
-Se empieza –se lee en el texto- con un pasacalle y algunos cantos introductorio, luego se canta cada misterio seguido del padre nuestro; se reza el Ave María de la manera tradicional, aunque algunos rezanderos tienen otro tipo de oraciones, esto depende la región. Luego se canta las Salves y las alabanzas. Es tradicional que al finalizar la paradura los anfitriones reparten comida, estos platos también depende de la región, el más tradicional son las hayacas andinas y muchacho relleno. En las zonas más áridas de Mérida como Las González, Río Negro, Chiguará... hacen hayacas de Chivo, sancochos, arroces, etc.
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