EL AÑO NUEVO

Es la más antigua de las festividades, según la documentación manejada. Hace más o menos 4 mil años, ya se celebraba en Babilonia y en 2000 a.C. comenzaba con la primera luna nueva después del equinoccio primaveral (primer día de la primavera) y duraba 11 días.

Los romanos continuaron la celebración en los últimos días de marzo. Pero el calendario fue modificado por varios emperadores y dejó de estar en sintonía con los movimientos solares. A fin de corregir el desfase, el Senado Romano, en el año 153 a.C., declaró el 1° de enero como el comienzo de un nuevo calendario. Pero las manipulaciones de las fechas continuaron hasta que Julio César en el año 46 a.C. estableció -una vez más- el 1° de enero como el comienzo del año nuevo (Calendario Juliano). Pero, para poder sincronizar la nueva fecha con los movimientos solares, Julio César tuvo que permitir que el año anterior durara 445 días.

Durante la Edad Media, la Iglesia se opuso a la celebración del año nuevo. El 1° de enero sólo ha sido celebrado por las naciones occidentales durante los últimos 400 años.

La tradición de utilizar la imagen de un niño para celebrar la Navidad y el nuevo año, comenzó en Grecia en el año 600 a.C. El niño representaba el renacimiento de Dionisio, Dios del Vino, como un símbolo de la fertilidad. Los cristianos denunciaron la ceremonia como pagana. Sin embargo, la popularidad de la imagen del niño como una metáfora de la resurrección, obligó a la Iglesia a revisar su posición y a permitirles a sus miembros celebrar el año nuevo mediante el uso del viejo símbolo que pasó después a representar el nacimiento del Niño Jesús.

Y así llegamos al presente, donde todavía religiones como la Judía y la Musulmana, amén de países como China y Vietnam -entre otros- mantienen diferentes fechas para la celebración del año nuevo. Pero a pesar de que occidente respeta la fecha del 1° de enero como la de la transición entre un año y otro, la manera de celebrarlo es diferente entre varios países de esa cultura.

En Venezuela, prácticamente ninguna familia deja de celebrar el nuevo año con una cena especial en la que no faltan las hallacas, la ensalada de gallina, el pernil y la torta negra o el dulce de lechosa. A la medianoche muchos se comen las 12 uvas del tiempo para pedir que se cumplan los buenos deseos para el año que apenas empieza. Las campanas de las catedrales y de las iglesias retumban a medianoche, hora del cañonazo. Es tradición recorrer las casas de los vecinos y amigos para desearse, con un abrazo fraterno, un feliz año. Algunas personas se lanzan a la calle vestida con harapos y una maleta vieja, como símbolo de que desean viajar al exterior. En la radio es tradicional oír el poema de Andrés Eloy Blanco, “Las doce uvas del tiempo” y el tema musical “Yo no olvido al año viejo”, interpretado por Tony Camargo cuando se acerca la llegada del nuevo año  En algunas localidades andinas queman un mamarracho que simboliza al personaje que en el desempeño de sus funciones públicas se haya granjeado el desprecio de la comunidad.

La Quema del Año Viejo. En Venezuela y otras partes del mundo existe la tradición de quemar el año viejo, ritual semejante a la “Quema de Judas” que con los años ha adquirido connotaciones políticas.

Desde comienzos del siglo XX, en los estados andinos Táchira y Mérida ya es tradicional que todos los 31 de diciembre, a las 12:00 am se realice la quema del año viejo, actividad que se ha extendido a otras partes del país.

 -Las familias –se lee en Internet- hacen muñecos con ropas desgastadas y los rellenan con toda clase de fuegos artificiales y pirotécnicos que al quemarlos simbolizan la conflagración de todas las cosas malas del año que acaba de morir. Con el paso del tiempo y debido a los constantes cambios del mundo, los muñecos adoptaron características físicas de personajes vinculados al mundo de la política pero en esta oportunidad, los habitantes del sector La Concordia de San Cristóbal, impactados al igual que la gran mayoría mundial por los sucesos del 11 de septiembre, decidieron que hoy quemarán a Osama bim Laden como muestra del rechazo a las acciones terroristas en contra de la humanidad.

Otro texto de Internet refiere respecto al desarrollo de la manifestación en Mérida:

-Entre el 26 y 31 de diciembre se elaboran muñecos de harapos del tamaño de una persona, éste simboliza el año viejo, que será quemado el 31 diciembre a media noche después del Abrazo de Feliz Año. Esta tradición se realiza desde hace mucho tiempo. Por las calles merideñas se consiguen cientos de muñecos construidos de harapos y cualquier otro material de deshechos. El muñeco representa el moribundo Año Viejo que se va y es quemado el 31 de diciembre a la medianoche después del abrazo de Feliz Año.

            Y añade:

-Generalmente se construyen viejitos con paltó, barbas, sombrero y bastón. Otros más ingeniosos construyen Año Viejos con alguna parte motora como un brazo con una botella de miche. En los últimos años algunas personas se han disfrazado para asustar algún incauto. Niños, adolescentes y mozo están a su alrededor con una lata o alcancía pidiendo colaboración para comprar algún brindis, combustibles y fuegos artificiales que se utilizarán en la quema del Año Viejo.

            El lunes 29 de diciembre de 2008 J. Hernán Ramírez R. publicó  en Diario de Los Andes de Mérida el texto “Quema del Año Viejo una antigua tradición”, que se reproduce textualmente a continuación:

-La quema del año viejo es una de las tradiciones andinas más arraigadas. Cada 31 de diciembre a las 12 de la noche comienzan a ser quemados muñecos de distintos tamaños, que representan personajes de cualquier tipo, desde políticos hasta estrellas de cine.

-La quema de año viejo es una simpática costumbre que se mantiene viva en algunos estados y el Táchira y Mérida son unos de ellos, se trata básicamente de la quema de un muñeco de trapo que simboliza al año que se va. Este muñeco es rellenado completamente de pólvora y paralelamente a las 12 campanadas del 31 de diciembre de cada año es encendido.

-El año viejo es elaborado por los miembros de las comunidades y con recursos provenientes de los vecinos. Inspirados mayormente en personalidades públicas del ámbito político o artístico, estos creadores dan la forma al muñeco que se llevará las cosas malas del año que termina.

-La quema del año viejo es acompañada de la lectura de un testamento, este discurso está completamente basado en las anécdotas vividas por los propios vecinos. La quema del muñeco ya es considerado como un atractivo espectáculo sentimental por lo que se lleva el año, pero la parte divertida no para todos es la lectura del famoso testamento.

            La figura del testamento está también presente en la Quema de Judas.

            RR: explica:

-Las personas que hacen los muñecos ya toman esto como una responsabilidad social y comunitaria, y año tras años se encargan de hacer el muñeco y redactar el testamento, tan arraigado está el compromiso de elaborar de nuevo el muñeco, que durante todo el año van llevando un registro anecdótico de los miembros de la comunidad, para evitar el olvido de algún acto o situación bochornosa de uno de sus miembros.

Por esta razón para muchos es un acto divertido y para otros no, debido a que se dicen cosas reales, esto alegra el momento luego de que los recuerdos y sentimientos aflijan a los residentes mientras la quema del año viejo.

¿Qué es el año viejo?, se pregunta Ramírez, y responde:

-El año viejo es un monigote que representa básicamente el año que termina, elaborado con ropa vieja, cartón o papel, relleno de paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos, para ser quemado a la media noche del 31 de diciembre en un gran número de países latinoamericanos, desde México hasta Uruguay, aunque la costumbre está más arraigada desde el punto de vista popular en Ecuador y Colombia.

En cuanto al significado de la manifestación, Ramírez revela que  “El ritual hace parte de las celebraciones de fin de año o nochevieja y los muñecos pueden representar a los acontecimientos o personajes más significativos, sobre todo negativos, del año transcurrido, y su incineración a la medianoche del 31 de diciembre es un ritual de purificación para alejar la mala suerte y de transición pues también se celebra la llegada del nuevo año.

No obstante,  “En muchos lugares, después de la quema, se lee un "testamento", en el cual el "difunto" con lenguaje irónico o satírico hace recuento de los sucesos y da recomendaciones a sus protagonistas”.

            Respecto al origen el autor acota que  “En la mayoría de países latinoamericanos se le atribuye origen hispánico y posiblemente sean derivados de rituales antiguos paganos europeos como las saturnales de los romanos o los rituales celtas y el Olentzero en el País Vasco y Navarra en España”. Pero “Una teoría señala que el ritual probablemente tiene vínculos con la represión de los indígenas americanos a manos de los españoles, pues en algunas regiones los muñecos tradicionales los elaboran con caras de fisionomía europea y ojos azules o verdes.

            En el reportaje “La Quema del Año Viejo dará la bienvenida a 2013”, publicado en El Nacional el 31 de diciembre de 2012 por la corresponsal de ese periódico en el Estado Táchira, Eleonora Delgado, su autora señaló en el resumen: “La escasez y altos precios de productos como el azúcar, el gas doméstico y el pollo fueron representados en la Quema de Año Viejo de la Cuadra de los Politiqueros / La escasez y altos precios de productos como el azúcar, el gas doméstico y el pollo fueron representados en la Quema de Año Viejo de la Cuadra de los Politiqueros”. En el lead acotó: “A las 12:00 de la noche, en los pueblos andinos, miles de artificios pirotécnicos servirán para incinerar los muñecos representativos de las cosas malas vividas en el año que culmina”.

            Y en el resto del texto refirió:

A 40 días de la llegada del nuevo año, en Táchira comienza la búsqueda de materiales con los que se dará forma a los muñecos que representarán el año que culmina. Es la tradición de la Quema del Año Viejo, rito que busca acabar con las situaciones que afectaron a los ciudadanos en los 365 días pasados, a través de la incineración de monigotes que simulan esas vivencias difíciles.

Ricardo Flórez es un joven trabajador residenciado en la avenida Octava de La Concordia. Escogió la política “porque fue el tema que más se movió en el año”, y la representó con las figuras del presidente Hugo Chávez, el ex candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, el ex gobernador César Pérez Vivas y el recién elegido mandatario regional, José Gregorio Vielma Mora. Los personajes fueron colocados en un sofá compartiendo bebidas y sonrientes.

“Mucha gente me preguntó por qué hice a los cuatro; y no los quemaré en señal de burla, sino para dejar todas esas situaciones en el pasado, y en rechazo a muchas cosas que no han favorecido a nuestro país y a nuestro estado. Entonces los quemo para que todo lo viejo quede atrás. Quiero un año 2013 con más seguridad, con mejores cambios para nosotros”, indicó el joven.

Ricardo tuvo la ayuda de sus padres, mientras que otros familiares, amigos y vecinos le facilitaron ropas viejas, zapatos sin uso y hasta un sofá para que representara la reunión de dirigentes políticos.

Cerca de la medianoche, los monigotes serán rellenados con 464 juegos pirotécnicos de diferentes tipos, como morteros, matasuegras, torta de tiros de colores, entre otros, para que, cuando anuncien las 12:00, el 2012 se despida en llamas en el medio de la calle, con las personas alrededor observando su incineración, comiendo uvas y pidiendo deseos, o corriendo con maletas alrededor de los muñecos.

Flórez también se ha destacado por referirse a temas de corte social en sus Quema de Año Viejo. En diciembre de 2011 representó el secuestro con las figuras del beisbolista Wilson Ramos y los dos plagiarios, como ejemplo de una de las situaciones que afectaron al deporte y a la sociedad venezolana en general.

De político a social. La calle 4 de La Concordia, conocida como la Cuadra de los Politiqueros, es una de las más visitadas los días 30 y 31. Por 32 años consecutivos sus muñecos de Año Viejo han llamado la atención de las personas por el tema que representan, y porque la calle es cerrada para dar paso a la fiesta y conciertos que se convierten en el preámbulo de la celebración de la Feria de San Sebastián, que comienza a sólo cuatro días de estrenarse el año nuevo y que se festeja durante todo enero.

 

Explicaron “los politiqueros” que ya no son tales porque optaron por cambiar el asunto por las situaciones de corte social. “Dejamos de ser una cuadra politiquera y ahora somos una cuadra social y popular”, dijo Enrique Labrador, uno de los vecinos de la calle 4 de La Concordia y consecuente colaborador y vigilante de la tradición de fin de año.

Explicó que el tema del Año Viejo está relacionado con la especulación y la inflación, así como la escasez de productos regulados: el azúcar, el gas doméstico y el pollo. Esperan que en 2013 en Táchira no se registren fallas de productos de la cesta básica ni de servicios, tal como ocurrió en 2012.

Invitaron al nuevo mandatario regional, José Vielma Mora, a los residentes y a los turistas a que se acerquen, porque, además de exhibir a los monigotes, tendrán presentaciones especiales.

El 31 de diciembre de 2010 el diario El Regional, de Araure, Estado Portuguesa, en el reportaje “Tradicional quema de Judas hoy a la medianoche”, se refirió ampliamente al tema en los siguientes términos:

            La tradición establece que a medianoche del 31 de diciembre se quema un muñeco elaborado con materiales de desecho y vestido con ropas viejas para simbolizar que todo lo malo ocurrido durante 365 dí­as se va con el año que culmina y el nacimiento del siguiente se recibe con energí­as positivas.

El transcurrir del tiempo, la ocurrencia de hechos relevantes y la participación de algún personaje que por las circunstancias hace que se destaque han sido estimulo para darle un motivo al Año Viejo.

En esta oportunidad, en La Cuadra de los Politiqueros, sector La Concordia de San Cristóbal, los organizadores (con 30 años haciendo el Año Viejo) optaron por varios temas que reunieron en una sola estructura.

Emplearon tres dí­as para armar los muñecos y objetos con alambre, madera y hierro para darle forma con relleno. Luego los pintaron, vistieron y recolectaron dinero para poder comprar la pólvora con la que se rellena el Año Viejo.

Rememoraron container de la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos con más de 700.000 toneladas de productos no conformes y que en 2010 ocuparon espacio relevante en la mesa de discusión del acontecer nacional.

También hicieron una cisterna transportadora de combustible que recuerda el suplicio de los tachirenses para abastecer los vehí­culos con gasolina. A estos dos incorporaron una mujer vestida con toga, birrete y pantalón camuflado, que en sus manos lleva un “tí­tulo chimbo”, para recordar a una parlamentaria regional que fue denunciada por miembros del más alto nivel de su misma acera polí­tica por el presunto delito de forjamiento de credenciales académicas. No en muñecos, sino en pintura, se recuerda la censura aplicada a los medios y cualquier ciudadano, las leyes aprobadas en el foro nacional, entre otros episodios del acontecer de paí­s.

Unas cuadras más arriba, en el mismo sector de La Concordia, el deporte, especí­ficamente el fútbol, fue el tema del Año Viejo: el Caracas Fútbol Club, el Real Esspor, el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol Rafael Esquivel y el director técnico de la Selección Venezolana, César Farías.

Estiman que comprarán unos 2.500 bolí­vares fuertes en morteros para rellenarlos al momento de la quema controlada del Año Viejo y para lo que se despejará la cuadra de manera de evitar que la combustión afecte a los espectadores.

“Es una tradición que tenemos desde hace 16 años. A nosotros siempre nos hacen la guerra aquí­ la Federación Venezolana, la selección y los equipos de la capital. Siempre le tiran al Deportivo Táchira, que es un sentimiento que aquí­ vale mucho, el sentir de un pueblo. A pesar de que luchan contra nosotros con árbitros malos y anulan goles, el equipo quedó campeón”, comentó Daniel Barrera, uno de los creadores. Sobre Esquivel explicó que lo habí­an convertido en Año Viejo por suspender al volante aurinegro Javier Villafraz mientras se realiza una investigación por presunto dopaje.

“Villafraz es un jugador intachable y no es posible”, agregó.

Respecto de Farías, porque el técnico tendrí­a resentimientos contra la afición tachirense, por lo que no trae a la selección vinotinto al Templo Sagrado del Fútbol, es decir, el Polideportivo de Pueblo Nuevo.

En Cordero, municipio Andrés Bello se organizó como todos los años un concurso de Año Viejo para las categorí­as adulto y niño. El Consejo Nacional Electoral, el trabajo del campo y la utilización de bestias, y las tradiciones andinas sirvieron de inspiración para los Año Viejo que, en algunos casos, alcanzaron los tres metros de alto.

 

            Esta manifestación cultural popular también se celebra en otros países latinoamericanos y el resto del mundo.

En Perú, se lee en otro texto de Internet, “Algunas comunidades…celebran el rito del año viejo elaborando un muñeco con materiales desechables y elementos pirotécnicos para ser incinerada a la medianoche en medio de los festejos, pero en algunas ciudades, tienen ciertas particularidades para realizar esta costumbre”.

       Luego explica:

-Por ejemplo, en el distrito de Parco (Jauja - Junín), los pobladores terminan el año quemando un muñeco al final de la jornada en la plaza central del pueblo, acompañado de un conjunto de danzantes o 'waquis'. Cada uno representa el año que se va, vistiendo ropas pobres, sombreros raídos, alpargatas de cuero de oveja, máscaras de madera en las que se tallan diversas expresiones de estados de ánimo y llevando en la mano una sonaja artesanal confeccionada por él mismo con un pedazo de rama y chapas de botellas aplanadas que hacen sonar mientras danzan a su ritmo mostrando cansancio y pena de tener que irse fingiendo llorar, burlándose de los asistentes a la plaza y realizando piruetas bufonescas, para luego recorrer las calles de la localidad acompañados de músicos para invitando a los pobladores, quienes salen hasta las puertas de sus casas a manera de despedida.

En Ecuador, leemos en Internet, “La costumbre está popularizada en todo el país, en la zona interandina los monigotes son construidos con ropa vieja y rellenos de papel periódico o aserrín y luego son colocados una careta o máscara con la cara del personaje a quemar ese año, en la región de la costa los monigotes son más  elaborados, construidos de cartón y goma, luego son pintados con las características del personaje que representan, la noche del 31 los viejos como son llamados son expuestos en las puertas del las casas con los famosos testamentos, los cuales con las "cosas que deja el año viejo al que viene" estos son realizados en forma de sátira, mientras los chicos se visten de viudas y en las calles piden caridad por el viejo que se muere los viejos son quemados a la 12 de la noche en las calles de las ciudades y luego todo esto es seguido por una cena y festejos.

En este país, se lee en Internet:

-La fiesta de Año Viejo es una antigua tradición en la que simbólicamente se queman los fracasos, penas y enojos del año pasado para dar la bienvenida a las esperanzas y resoluciones del año que entra. En el último día del año, la gente hace muñecos que representan a individuos que los irritan, a políticos antipáticos, o aún a desilusiones por errores cometidos o metas no alcanzadas. A los muñecos se prenden notas que explican por qué estos deben quemarse, y qué cambios y mejoras se desean para el año nuevo. Después, en un coro de aclamaciones y aplausos, el muñeco se tira en la calle y se quema hasta que no queden más que cenizas. Aunque los orígenes de esta costumbre se pierden en el tiempo, muchos creen que se remonta a una terrible epidemia de fiebre amarilla que exigió la quema masiva de cadáveres.

            Sigue el texto con autor no identificado:

-Cuando mi esposa y yo estudiábamos español en Quito, tuvimos la oportunidad de participar en esta costumbre. Los profesores y alumnos de nuestra escuela se unieron para hacer un muñeco. Recogimos ropas viejas para el cuerpo y lo rellenamos de papel periódico estrujado. Le metimos una vara en la espalda para que afrontara las llamas con la frente en alto. Por sólo 99 centavos compramos en la calle una careta muy expresiva. Cuando el muñeco estaba casi hecho, nuestros profesores dijeron que a los alumnos nos vendría bien un exorcismo, y sugirieron que confesáramos nuestros pecados y prometiéramos comportarnos mejor en el año nuevo.

Fui electo para enumerar nuestros fracasos y resoluciones. Yo me sentía muy frustrado con la pereza de muchos alumnos de nuestra escuela y para ellos escribí: "Fui un mal alumno. Nunca estudié lo suficiente. Nunca hice los deberes que mi profesor me asignó. Siempre hablé en mi propio idioma. Mis profesores han decidido quemarme por mis pecados. ¡Prometo ser buen alumno en mi próxima vida!" Le prendimos el mensaje al muñeco y lo llevamos afuera. Mientras las llamas se lo llevaban, nos reímos y prometimos que mañana nos esforzaríamos más.

Caminando de regreso a nuestro apartamento más tarde ese día, vimos los restos humeantes de docenas de muñecos en las calles. Risas, vítores y bocinas de automóviles sonaban en el anochecer. Hasta los guardias de seguridad de nuestro edificio habían hecho un muñeco que guardaban para quemar a medianoche. Al acercarse el año nuevo, nos dimos cuenta de que las esperanzas y penas de los ecuatorianos no son tan diferentes de las de nuestros compatriotas.

Un despacho de la Agencia Prensa Latina, publicado en Correo del Orinoco el 27 de diciembre de 2013, bajo el título de “Ecuador se prepara para quemar el Año Viejo”, registró textualmente:

-Las ventas van bien, aseguró a Prensa Latina Segundo García, quien junto a varios miembros de su familia vende muñecos de todos los tamaños en una esquina de la avenida La Coruña, en el sector quiteño de La Floresta.

Transcurridas las festividades navideñas, los monigotes que serán quemados en la medianoche del 31 de diciembre, en representación del Año Viejo, inundan este viernes las calles de Ecuador, a la espera de los potenciales compradores.

Las ventas van bien, aseguró a Prensa Latina Segundo García, quien junto a varios miembros de su familia vende muñecos de todos los tamaños en una esquina de la avenida La Coruña, en el sector quiteño de La Floresta.

Según García las piezas de tela rellena de aserrín son fabricadas por ellos mismos, al igual que las caretas de papel maché que representan a conocidos personajes de la televisión, dibujos animados, deportistas y políticos.

Entre los penúltimos destaca el idolatrado futbolista local Christian Chucho Benítez, quien falleció en julio pasado en Catar, víctima de una afección cardíaca, mientras que entre los políticos, las más buscadas, afirmó, son las del controvertido alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y el presidente Rafael Correa.

Y es que la quema en efigie de personajes de la vida real obedece en la mayoría de los casos a razones de popularidad, y no de odio, opinaron estudiosos de este ritual de orígenes paganos.

Prueba de ello es que la clasificación de Ecuador al Mundial de fútbol de Brasil 2014 es uno de los motivos que inspiró a los diseñadores de monigotes este año en la suroccidental ciudad portuaria de Guayaquil, reportó el periódico El Telégrafo.

Los más pequeños, a quienes se supone no les interese la política, pueden escoger quemar a Bart Simpson, al Increíble Hulk o hasta al invencible Superman…

La quema de los muñecos a la medianoche del 31 de diciembre constituye un ritual tradicional de purificación, que persigue alejar la mala suerte o las vibras negativas del año que se va.

Previo a la incineración, se lee el testamento que deja el Año Viejo al que llega, y hombres travestidos de viudas piden caridad para el moribundo, dinero que en la mayoría de los casos es utilizado en la compra de bebida para la fiesta.

A la celebración familiar o de barrio se unen las festividades organizadas por las autoridades municipales, como es el caso de Quito, donde se organizan concursos para escoger los mejores monigotes, tanto institucionales como comunitarios, con premios en metálico incluidos.

En 2005 los muñecotes que devoran las llamas el 31 de diciembre representan a conocidos políticos, artistas y deportistas.

Una encuesta de la firma Informe Confidencial, difundida por la agencia AP, reveló que para recibir el año 2005 el 30% de los ecuatorianos quemó un monigote que representó al presidente Lucio Gutiérrez.

Mientras que en Colombia “Usualmente cada familia coloca un muñeco relleno de aserrín o papel en la parte exterior de la casa, lo sientan en una silla junto a una mesa donde hay una botella de licor”. Y “A veces los barrios se organizan y forman una escena más compleja que se exhibe sobre una tarima”.

Pero en las principales ciudades “Hay concursos de años viejo”, con escenas que “suelen representar acontecimientos políticos, nacionales o internacionales, con humor, sarcasmo o cinismo”.

El texto explica que “De forma paralela, en la noche de año viejo varios jóvenes se disfrazan de "viudas" que lloran la muerte del año que se va quemar y piden una limosna, dinero que se utiliza en la compra de los materiales con que se fabrica el "viejo". Sin embargo,  “Actualmente se conserva más la costumbre de petición de "caridad para el viejo" que la del disfraz”.

La incineración del año viejo la media noche del 31 de diciembre en Bogotá Colombia se hace como ritual para alejar la mala suerte de los eventos ocurridos, así como para la transición a un nuevo año lleno de esperanzas.

Con este “año viejo” puede quemar de forma segura (no contiene pólvora),  esos malos espíritus y evocar las energías positivas.

Es usual la venta del regalo Año Viejo, que consta de un año viejo hecho en trapo, con sombrero, botella de aguardiente y ruana, que  mide aprox. 22 cms de alto y no contiene pólvora, para seguridad del cliente; tarro de 13 cms de diámetro por 8 cms de alto; aserrín que va dentro del tarro para que pueda quemar al “año viejo”, en un espacio abierto, sin ningún riesgo; tarjeta de 18 cms x 9 cms, pre-impresa con las líneas,  en donde podrá escribir el listado de lo que NO le gustó en este año (2012) y los deseos para el próximo año (2013) para que pueda quemarla dentro del tarro y junto al “año viejo”; dos cerillas (fósforos) para que se pueda prender al año viejo y una tarjeta fina con su mensaje personalizado de navidad, impreso a láser con la fecha de entrega y el lugar desde donde envía su mensaje.

            En Uruguay, “El monigote representa a Judas aunque se le queme el 31 de diciembre y los niños a veces representan personajes admirados por ellos”.

En Chile, la manifestación se desarrolla “particularmente en las regiones del norte (Arica, Iquique, Tocopilla, Antofagasta) en donde se habla de la Quema de Monos”, pero. “En Tocopilla, algunas veces son grandes esculturas en una tradición que actualmente es apoyada y premiada por la municipalidad local; asimismo se realizan Salnatrones (popularmente llamados Salitrones) que son hogueras con grandes cantidades de salitre en riscos a orillas del mar, provocando grandes estruendos y una atmósfera especial.

            En Argentina, a donde llegó la manifestación en fecha reciente, “es popular particularmente en la ciudad de La Plata”. Allí  “se realizan grandes esculturas, que son premiadas por una radio local en lo que se denomina "quema de muñecos".

En México, “El ritual se inicia dos o tres días antes del Año Nuevo cuando el monigote es puesto al frente de la casa con un recipiente para recabar limosna, que será empleada para comprar cohetes y golosinas”. Pero  “En Veracruz los indígenas mixe-popolucas realizan una danza que es conocida con el nombre de "El Chenu", que es el nombre que le dan al monigote, y los danzantes son niños y jóvenes disfrazados de diablos con ropa de color rojo, máscaras con cuernos, cola y un tenedor largo construido de madera”. E “Igual que en ciertos países andinos algunos participantes también se disfrazan de viudas, vestidos de negro y semejando estar embarazadas, y su papel es plañir estribillos y llorar a la hora en que se quema el Chenu.

Otro texto referido a México señala:

-La quema del año viejo es una tradición muy arraigada en los mexicanos que consiste en la quema de un muñeco hecho tradicionalmente de ropa vieja, cartón y aserrín sin embargo ya existen muchas variables de esta costumbre. El muñeco se rellena con bombitas y fuegos pirotécnicos, y es encendido a la media noche del 31 de diciembre.  Con esto se busca dejar atrás el año que termina y con él toda la mala suerte o malas energías, para a su vez dar paso a la celebración y bienvenida del año que comienza.

Días antes de la quema de El Viejo las familias se reúnen a hacerlo y generalmente lo exhiben fuera de su casa donde al finalizar el año la familia y vecinos se reunirán para presenciar la quema del año viejo.

Pero “Actualmente muchas personas han sustituido la tradicional figura de un viejo y han optado por representar el año viejo con figuras de políticos o celebridades”, tales como “los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox Quesada y la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.

En Japón se coloca una cuerda de paja en las puertas de las casas para alejar a los malos espíritus. Cuando comienza el nuevo año, los japoneses empiezan a reírse para atraer la buena suerte.

En algunas regiones de Suiza y Austria, la gente se disfraza para celebrar la víspera de San Silvestre, el Papa que capturó a un monstruo marino que iba a destruir a la humanidad. La gente agradecida recuerda la hazaña y se disfraza con ropajes fantasiosos llamados “Sylvester Klauses”.

En Grecia se conmemora a San Basilio, famoso por su bondad. Los niños colocan sus zapatos en las chimeneas en la víspera del año nuevo, con la esperanza de que amanecerán llenos de regalos.

Los habitantes de Escocia, piensan que la primera persona que visite su casa el día del año nuevo, traerá buena o mala suerte. La mejor suerte vendrá si el visitante es un hombre de pelo oscuro que trae un regalo.

En Canadá (Bristish Columbia) gente de todas las edades se pone trajes de baño y se sumergen en las heladas aguas que están alrededor de Vancouver.

En Afganistán, como sus vecinos de Asia Central e Irán, celebran el Año Nuevo al inicio de la primavera, en una fiesta llamada Nowruz, un antiquísimo festival persa, anterior al Islam, que conmemora la cosecha.

En todo Brasil las personas se visten de blanco para recibir el año que comienza, y aunque es una costumbre que nació vinculada a las religiones afrobrasileñas, se ha generalizado su uso a todo el país, según le informó a la periodista Marielba Núñez, de El Nacional, el 31 de diciembre de 2004, el secretario de la embajada brasileña en Venezuela Wilson Dockhorn. En Río de Janeiro, por ejemplo, es tradición despedir el año en la playa y es una costumbre tan popular que se calcula que al menos un millón de personas siguen esa tradición en Copacabana. También se cree que se deben saltar siete olas para atraer la buena suerte. El diplomático explicó que la gente evita comer pollos o aves en fin de año, para evitar la mala suerte, pues “La superstición dice que hay que comer animales que caminen hacia delante, como el bacalao o el cerdo”. Los cultores del candomblé lanzan al mar ofrendas de flores y perfumes para Yemanjá, diosa del mar.

En Londres, la noche del 31 de diciembre las fiestas se caracterizan por los fuegos artificiales y los brindis en familia o con amigos. Miles de personas se concentran en Trafalgar Square y frente a la Casa del Parlamento, donde está el emblemático Big ben, para ver los fuegos artificiales que se encenderán a medianoche. El 1° de enero se efectúa el tradicional desfile de año nuevo, en el que cada borugh o parroquia londinense, saca a pasear automóviles antiguos, bandas escolares, disfraces y grandes muñecotes que se pasean entre Oxford Street y Picadilly, en una verdadera celebración popular.

En Moscú, los niños esperan con ilusión la llegada de Ded Moroz, también llamado Abuelo del hielo, un benefactor anciano que recorre Rusia repartiendo dulces y muñecas matriuskas. Entre tanto, los campaneros de Moscú hacen verdaderas competencias de virtuosismo y dan conciertos de campanas con fragmentos de piezas de compositores clásicos rusos.

 

En España, aunque las celebraciones de fin de año varían de una región a otra, es común comer 12 uvas en los segundos previos a la medianoche, según revelaciones de María Ángeles Rodríguez, de la embajada española en Venezuela, quien añadió que tampoco falta el postre de turrón ni el brindis con el espumante cava.

-El 31 de diciembre -le confió a la periodista Marielba Núñez, de El Nacional, el 31-12-04- la gente la pasa en casa, para cenar con la familia, pero luego sale a las calles, especialmente la juventud, que se va a las discotecas y a las salas de fiesta hasta el amanecer. Es famosa la concentración madrileña en la Puerta del Sol para recibir el año nuevo.

En Nueva York, desde 1904, la fiesta de fin de año se arma en Times Square. Miles de personas, que no vienen sólo de la Gran Manzana, sino de otras ciudades y países del mundo, comienzan a concentrarse allí varias horas antes de la medianoche. Cuando el reloj da las doce, baja la famosa bola de cristal desde loa alto de la antigua sede del limes, al tiempo que caen serpentinas, papelillos y confeti y las enormes pantallas de televisión de la emblemática avenida se iluminan con las escenas típicas de la despedida del año viejo. Esta fiesta norteamericana se ha convertido en un símbolo universal del año nuevo.

En Alemania, a las doce en punto, ni un minuto antes, resuenan los fuegos artificiales que dan cuenta del inicio del año nuevo. Los germanos procuran que el escándalo del festejo se inicie exactamente al término de la Nochevieja. En las grandes ciudades, como Berlín, los habitantes salen a las calles del centro a celebrar, pero en los pueblos pequeños las fiestas se hacen entre amigos.

El 31 de diciembre los franceses se mantienen apegados a su costumbre de comer muy bien, según le relató a la periodista Marielba Núñez el turista francés de la región provenzal lllitch Réal. Las familias preparan páté de foie gras y salmón y alimentan la celebración con mucho champagne y canapés, quesos y ostras. En París, la gente se concentra en los Campos Elíseos, y forman una marea humana desde el Arco de Triunfo a la plaza La Concordia.

 

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