DISERTACIÓN PARA LOS GRADUADOS NUEVOS DE LA UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA.(extractos)

[Ronald Bonilla Carvajal]

Señor Lic. Luis Guillermo Carpio, Rector de la Universidad Estatal a distancia, señora…etc. Etc. Señores y señoras, docentes y graduados nuevos de esta Universidad. hace días vengo divagando sobre lo qué he de decir como mensaje en esta oportunidad.

Antes de hacer esta breve alocución, he escrito incluso dos poemas que tocan el tema; es que, saben, esa es mi mejor manera de expresarme, sin embargo, posiblemente no son poemas que deba leer aquí, pues podrían ser hasta contraproducentes. Es que los poetas a veces estorbamos - dice un amigo - somos duendes, más cercanos a la ironía que al buen consejo, a veces a la diatriba, más que a la revelación de verdades. Sin embargo, yo he sido sobre todo un poeta de los que suelen ser criticados por orientarse hacia una idea trascendente del arte y de la vida del ser humano sobre la tierra. Y esto, paradójicamente, en este país ha sido muy vilipendiado, aunque se cuentan por muchos los que nos siguen, en cuanto a nuestra tendencia estética, no solo aquí, sino  también en otras partes del mundo. Bueno, entonces ya he empezado a decir algo: soy un poeta, algo diferente a ser solamente escritor, o un intelectual, aunque para hacer poesía que signifique y resignifique algo, se requiere de una cultura sobresaliente, al menos, fundamental, más allá de lo básico. Pero hablar del sí mismo, no es el correlato que interesa aquí, sino el mensaje que yo pueda dejar en ustedes: muchachos, muchachas, señores y señoras, de todas las edades que hoy se reúnen aquí a recibir un documento, título que los acredita para ejercer una profesión: un poeta les quiere hablar de los significados aquí implícitos en este acto de reconocimiento. Lo más fácil sería decirles que los felicito. Pero lo que han obtenido todavía no es tan importante, lo importante será el uso que logren hacer con los conocimientos obtenidos, con la capacitación lograda para desempeñarse en la vida, no sólo por su propio bien, sino en la entrega que se haga a los demás, desde esos conocimientos, desde esa práctica, desde esas teorías aprehendidas. Algunos de ustedes, no sé qué porcentaje, tendrán dificultades para colocarse en lo que estudiaron, y que esa colocación, les produzca réditos consustanciales ante el esfuerzo que significó seguir estos estudios, a veces, en medio de carencias y dificultades, será un problema para algunos, ojalá para una minoría. Pero lo más importante, es que, de entre las armas que el Alma Máter les ha dado, está la perseverancia, la actitud positiva, y ojalá la imaginación y la creatividad necesaria para inventarse a partir de esos estudios, y reinventarse cuantas veces sea necesario. He dicho una idea que va más allá, este título, no es solo como un asidero para salir adelante ante la vida, que no es fácil. Es, y esto es lo significante, un reto para dar de ustedes lo mejor de sí mismos, en aras de ayudar, de servirle a otros. Cuando entendamos que no se trata de constituirnos en tecnócratas, o burócratas, o profesionales liberales, o asalariados del sistema, aunque de todo eso habrá, sino en seres humanos mejores, más solidarios, tolerantes, capaces de discernimiento que los lleve por la senda de los principales valores, la libertad, el respeto a las diferencias, el sabernos uno con la otredad, (aún más difícil), la bondad, la honradez, la fidelidad con nosotros mismos, los principios de fraternidad, la igualdad, la justicia, el amor. Sí, al fin la palabra a la que quería llegar. Más que competir, tendrán que venir a dar de ustedes lo mejor para otros. Y eso es un reto de amor. -Es un poeta, dirán. Un soñador. Cuando era pequeño, mi padre insistía en que estudiase, yo no era un mal estudiante. Pero me casé muy joven y abandoné los estudios, pero no abandoné mis sueños. Pero me metí en política estudiantil, en luchas que consideraba importantes, y no concluí mi carrera. Pero no abandoné mis sueños. Nunca me titulé como ustedes, pero ahora corrijo tesis, enseño a otros a escribir literariamente, corrijo libros de poesía, novelas, cuentos, de muchos autores, incluso algunos muy reconocidos. Y he dado clases y corregido trabajos a muchos para que se gradúen en Filología de la U.C.R. Porque el conocimiento que es lo que da una carrera, es lo que vale, aquí en la UNED, es difícil estudiar, porque se requiere de un esfuerzo mayor en solitario.

Muchos de ustedes han hecho esfuerzos mientras trabajan y deben mantener una familia, pellizcando tiempo al tiempo. Pero ahora, qué van a hacer con el título? No es sólo para exhibirlo. ¿En qué vamos a trabajar?- se dirán algunos. ¿Cómo lograré ganar más de lo que ahora gano? Pero, lo más importante, es lo que ustedes han puesto en su cabeza, porque eso es lo que hará la diferencia, no el pergamino. ¿De qué forma han comprendido y contextualizado los conocimientos adquiridos? Hay otra idea de la que quería hablarles, luego retomamos esto: ser un profesional, sin humanismo, es imposible. Los que son así, no deben llamarse profesionales. Por eso, la importancia de nuestra educación universitaria pública está en tratar de completar esta formación humanística, que debió iniciarse en la educación básica. Y ser humanista, sin acceder al arte, a lo mejor de la cultura, no es real.

Por eso debo decir algo respecto a la utilidad del arte, quizá usando como ejemplo la poesía, que es lo que mejor conozco, y un ejemplo válido de la producción artística. (Continúan ideas que ya se han expresado en otros discursos aquí incluidos) Ahora, si van a ser profesionales, recuerden todas estas dicotomías del poema, del arte en general, y aprendan a valorarlo, a sentirlo, a vivirlo, a complementar su vida con la apreciación de la grandeza del arte, y ojalá pongan también su signo en el espacio vacío, que los signifique y nos comunique, más allá de las lenguas y los lenguajes. Cuando niño, yo solía escribir poemas, y por eso leía a todos los poetas que pudiera. De todos ellos aprendí, vivencias, técnicas, maneras de decir, conocimientos, modos de ver el mundo, cultura. Si estudiábamos un poema de Lorca en el Colegio, yo buscaba más poemas de Lorca, compraba un libro, una antología, su obra completa, bueno, si mi padre me lo podía comprar, no había internet…me metía a la biblioteca, buscaba, pedía prestado un libro…Es muy fácil decir que ya entendí una teoría, que ya sé hacer una redacción, una tesina, un trabajo y ganar una materia, yo he ayudado a muchos a hacerlas; la teoría que nos explicó el profesor en clase, cuántas veces, fuimos a leerla, en las fuentes vivas. Bueno, ustedes tienen ese mérito, es poco el legado magisterial que reciben en el aula, aunque sí reciben el fruto de un gran esfuerzo editorial de esta universidad, y por eso han tenido que ir a los textos, y espero hayan ido más allá del resumen. No, no hay tiempo. Es lo que más se oye decir. Pero yo les digo, si no hay una pasión por lo que estudian, por lo que trabajan, apenas medio se estudia, apenas medio se trabaja, muchos se roban más de la mitad del salario, a muchos en las oficinas públicas no les importa que el país con el esfuerzo de todos, les paga por hacer lo mejor. Sí, y apenas hacen lo mediocre, lo mínimo. ¿Qué tipo de profesional seré yo?, pregúntense. Sé que ahora, al salir con este título de este recinto, la mayoría de ustedes va con el corazón henchido de positivismo y esperanza. Pero no decaigan con la primer ventisca, no lloren con el primer NO, o digan un poema y sigan adelante, pero si no son poetas, dénle una patada al balde, y sigan adelante…piensen que el país les ha dado una opción importante para ser mejores, y que deben retribuir a la sociedad ese esfuerzo colectivo, aunque lo primero que hago y diga hoy: es: gracias a ustedes porque su esfuerzo está teñido de un optimismo que debe revertirse en el bien de los demás y del propio. Y por eso, porque mi vida se dice en poemas, les leeré este poema reciente, ya me decidí, aunque sea contraproducente:

 

DISERTACIÓN

 

un discurso de quince minutos?

una disertación para los que se gradúan?

yo que nunca debí usar la toga…?

que dejé inconclusa la filología…?

 

Huérfano de lingüística, profeso ahora la literatura.

Huérfano de teorías cansadas, grises quizá,

profeso el poema que me sangra, solo,

sin permiso de nadie, en la calle,

en las aturdidas esquinas o en los parques.

 

Debo decirles: los felicito, yo no pude…terminar.

Me encendí por entonces de protestas

en esas calles de nadie, sin permiso,

escribí contra el sistema artículos y poemas

incendiarios,

me casé a los 19,

me puse a trabajar pues ya era un hombre,

se me quedó el muchacho enredado en el cabello largo,

imprimí el periódico izquierda en el polígrafo,

fui a pintar paredes con consignas que olvidé,

supe del gas lacrimógeno temprano,  lo busqué,

pero no, no me arrepiento, siquiera de robar

como un ladrón alguna metáfora descuidada,

algún fármaco vencido, algún tinte, alguna prenda

para financiar al partido.

 

Fui un actor de tercera, un poeta envanecido,

un revolucionario sin mucho qué decir,

a veces ecléctico, a veces monolítico.

Después vinieron hijos y publiqué algunos poemas…

después me costó la vida de casa en casa,

o en los sindicatos,

de venta en venta, de reunión en reunión,

con la chica que comprometa su mensaje,

u otra chica…u otra chica…

Después crecieron los hijos pero yo no tanto,

solo un poeta leyendo en los rincones

un oscuro pasaje de Rimbaud, de Sade,

un aprendiz queriendo enseñarle al mundo

mis poemas, las técnicas del camino,

la revelación que imita a las paredes,

la trascendencia del abrazo

para cuando nos descuidemos,

tener un asidero, un asidero,

algo adónde agarrarme,

para seguir cantando…

Ustedes lo lograron: si es un asidero,

bueno… pero debe ser,

en el buen sentido de la palabra:

verdaderas alas.

 

Tan solo alas…

 

Y así seguí cantando.

 

Julio 2016

 Gracias.

Ronald Bonilla

Premio Nacional de Cultura 2015

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Aimée por tu bellísimo comentario, y por el destacado, abrazos

[Aimee Granado]

Maravilloso como siempre, dejándonos esos mensajes que tantos valores edifican y engrandecen el espíritu.

Toda una disertación llena de sapientes principios que permiten emprender el vuelo fabuloso de la vida.

Como tantas veces tu estilo nos conmueve y nos enamora.

Gracias por tan valioso aporte.

Ustedes lo lograron: si es un asidero,

bueno… pero debe ser,

en el buen sentido de la palabra:

verdaderas alas.

 

Tan solo alas…

 

Y así seguí cantando.

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, amigo Benjamín, abrazos

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Estupendo mensaje a los estudiantes que culmina con una poética confesión estudiantil, Ronald; felicitaciones!

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Ma. del Milagro, por el calificativo, abrazos

Gracias, Donato, adelante, abrazos

[donato perrone]

Muy acertado el pensar poético, en el caminar por esta vida nos depara muchas enseñanzas, y lo importante es saber trasmitirlo, --- dame tu mano no me dejes caer al vacío para poder seguir escribiendo ---

[Maria Mamihega]

Genial lo de usted poeta! Un fraternal abrazo y muchas gracias por compartir. Besitos