Queridas hermanas y hermanos,
Me tomo el atrevimiento de solicitarles algunos minutos de su tiempo para que lean el presente que es algo extenso.
Disculpas y gracias.
Me dirijo a ustedes escritores y poetas del mundo, vocacionales de la paz y la no violencia para plantearles una óptica Latinoamericana sobre un tema angustiante que a todos nos alcanza y nos atañe, puesto que la sagrada misión de la pluma nos convoca a estar al servicio del humanismo, de la piedad y la salvaguarda de la vida como valor esencial de la humanidad.
Les envío un capítulo, el número 25 que publique en Uruguay – Uypress.net (Uruguay Prensa Internacional) adelanto del libro que se editara en breve, titulado “Historias Reales”.
Es sobre el eje de una entrevista realizada a un icono deportivo uruguayo del fútbol, Hugo de León, Campeón del Mundo con Nacional de Montevideo y Gremio de Porto Alegre.
Trato de exponer dos realidades; una, sobre la delincuencia juvenil a la cual el Estado en ejercicio de sus facultades constitucionales legales, responde con la represión y en algunos aspectos puntuales con la prevención
y la otra es la vida barrial en todas las zonas y de los que prácticamente viven sin techo, el hacer cotidiano al cual es casi imposible el acceso del Estado y en ese aspecto es el que nosotros la sociedad civil podemos contribuir y obrar en favor de la contención para evitar que los niños y jóvenes lleguen a la situación de represión.
El esfuerzo para que miles de niños hasta de nueve años, no caigan en las garras de la violencia, la droga, el delito, la cárcel y la muerte.
La sociedad civil, el entramado social sin cargos ni sueldos específicos del Estado para no politizar el tema en esta epopeya esencial por la vida.
Cada vez, llegan más voluntarios, fundamentalmente las madres y abuelas del dolor, las que no quieren el mal para sus hijos y nietos.
En eso estamos desde hace muchos años y sabemos que transitamos territorios peligrosos por los intereses de la venta de la droga y las redes de prostitución infantil.
Lo asumimos con honor, pero lo ponemos en conocimiento de vosotros, porque si a ustedes los conmueve esta situación y nos brindan individualmente su apoyo moral, servirá de aliciente para que no se quebrante la voluntad de las humildes y los humildes ciudadanos del mundo que juntos pretendemos demostrar que pueden realizarse un sinfín de esfuerzos que eviten el garrote.
https://www.uypress.net/auc.aspx?106683
Un día cualquiera, llevamos bloqueras a La Carbonera ayudando a sustituir la madera y cartones por casitas de material, fuimos con Julio, mi hermano y jugadores de Peñarol entre ellos Darío Rodríguez y Tony Pacheco.
Antes habíamos ido con Hugo de León y Dante Iocco con el mismo propósito y en ese interín de Nacional a Peñarol, pudimos observar los resultados positivos.
Con los bloques se construían viviendas y con la harina cedida por un molino solidario próximo a Florida, las tortas fritas para los Merenderos y los bizcochos de la panadería de la Cárcel de Melilla a la cual la Fundación junto con Tenfield, le habían aportado una sobadora.
La TV en el 2019
Una mañana en el año 2019, preelectoral, fue entrevistado Hugo de León en Canal 12.
"Yo conocí la pobreza gracias a la Fundación Winners y a Juan Pedro Ribas, que me llevo junto a los jugadores de Nacional a los Asentamientos y lo mismo hizo con los de Peñarol.
Ahí saque cuentas, pregunte cuantos vivan en esa condición y cuando llegué a casa le dije a mis hijas en octubre de 1998:
Les quiero dar una comunicación muy triste para ustedes para el futuro acá, porque yo voy a estar yendo y viniendo, pero para ustedes que se van a quedar en Uruguay se viene algo muy difícil.
En 20 años ustedes van a ser asaltadas saliendo, entrando, estando en su casa, no tienen chance y luego mis nietos no van a poder ir al colegio solos".
Le preguntaron cuales serian las soluciones para el problema de la seguridad, a los que Hugo contestó:
"Bueno tengo una idea, pero no sé cuáles pueden ser las soluciones, porque yo estoy en Brasil"
Nosotros habíamos escrito en el año 2000 "Morir en el Borro" que era una fotografía de lo expresado por Hugo de León.
20 años después declaraciones del Inspector Layera (2018) provocaron una gran conmoción. Le enviamos dos artículos referidos a los niños que como en el film "Ciudad de Dios" toman el camino del delito y de las armas sin ningún apego a la vida.
La carta se publicó en Uypress.net, el 27 de setiembre de 2018.
"A propósito de las declaraciones del Inspector de Policía Mario Layera, me pareció conveniente realizar el siguiente aporte publicado en el año 2000.
MORIR EN EL BORRO
Otro hermano de la vida ha caído en la heroica lucha por el jornal diario, en la anónima, esforzada y mal remunerada epopeya de la vida.
Cuando el niño aprieta el gatillo, todos morimos un poco.
Cuando el hombre aprieta el gatillo, el niño murió hace rato.
Murió a los seis o a los siete años, cuando lo violaron, cuando se congeló de frío, cuando la barriga se retorció de hambre, cuando se le partieron los dientes y le dio al pegamento para calmar el dolor. Cuando caminó descalzo sobre el hielo para buscar agua, cuando dejó la escuela para mangar, cuando encontró a su madre changando en la esquina, o con los ojos morados por la paliza del padre, no por changar sino por el vino.
Cuántos niños matamos cada día.
Cuántos jóvenes pierden la esperanza.
Por eso escribí mis Cuentos al Margen. Por eso las Historias de Miserias y Riquezas. Para que veas cuán dura puede ser la vida y para que te des cuenta con cuán poco podes ayudar a cambiar la realidad.
Para que comprendas cuánto le debemos a los curas, a Mateo, a José, a Rodolfo, a Pedro, a la hermana Eva, a la pastora Mery, a José, a Perico, a Manzana, a Fernando de Oxalá.
Para que quede claro que la indiferencia es el peor disparador.
Humildemente, te quise aportar que esto no lo solucionas con dinero, con casa y auto, con cien mil policías.
Esto lo solucionas "estando", logrando gente que "esté" con los más infelices y menos privilegiados.
No con cátedras ni con discursos, sino aprendiendo y acompañando.
No con amenazas, sino con el corazón, aunque sea para decirle "te acompaño y no puedo hacer nada".
No en la campaña electoral, sino todos los días, porque hay cientos, hay miles, la inmensa mayoría juega al fútbol, aprende oficios, forma bibliotecas populares, sigue concurriendo a la escuela, cultiva el arte.
Alentalos con tu presencia; alentá a los buenos, que lo otro lo hace el barrio.
Todavía hay tiempo; el más grande capital de este país es su gente. Hacelo por el corazón o por la razón.
Aunque sea para disfrutar más tranquilo tu confort.
Porque va a llegar un momento en que no serán eficaces las rejas ni los vigilantes ni el chofer para los que van a los colegios.
Cuando llegue ese momento de la verdad, lo único que va a quedar entre tú y el que te encare, es lo que hayamos podido sembrarle hoy en el corazón.
Voy a terminar contándote algo que no incluí en mi libro.
Estaba yo filmando para mi programa En Positivo que presentó al Canario Luna, el referido a los sin techo y los carritos de la madrugada. En la Plaza de la Bandera, bajo la bandera, en la Patria de Artigas, había -durmiendo sobre diarios- dos infantes.
Cuando el de doce años me contaba su historia, mi hijo con la cámara despertó al de nueve que, enojado, me puso un cuchillo en la garganta; le dije: "Mira que si me matas, te va a acorralar la Policía".
Y ¿sabes qué me contestó? (se había escapado del Clínicas por una neumonía de las noches de intemperie): "A mí qué me importa; no me importa morir..."
20 años después
En el año 2018, conocí a Rodrigo.
Por él me entere de que era hijo de Jorge Silvera, un ex recluso que me ayudo en la huerta Senaque 20 años atrás (Capitulo 22) y con la obra "Procesado 1040".
Del propio Rodrigo fue la idea de trabajar junto a su padre en la Fundación en la Campaña por la No Violencia.
Ambos nos acompañan hoy componiendo "La cuadrilla por la vida".
La historia de Rodrigo
Con 17 años y armado acompañado por un chico de 14 años como cómplice, decidieron asaltar un supermercado.
Cuando concretaron la acción, algo falló y la policía inmediatamente rodeo el lugar.
Rodrigo le dijo al de 14 años "Vamos a entregarnos" y el niño le respondió "no de ninguna manera, nos atrincheramos aquí, que nos maten, alguno vamos a matar".
Rodrigo le contestó "no, no, yo no quiero ni matar ni morir, nos entregamos".
El desapego a la vida no surgió en el 2020, viene desde antes de "Morir en el Borro" y es imposible detectar cuales son los niños víctimas y victimarios que generan esta nueva delincuencia.
Agregaba en el material que una de las soluciones posibles es recurrir al entramado social al colectivo social, único en el mundo, que siempre fue ejemplo, pero cuyo accionar trascendió fronteras cuando arreció el Coronavirus.
Solo esa movilización de madres, abuelas, vecinos, más interesados que nadie en defender a hijos y nietos de la incorporación a la droga, el delito la cárcel y la muerte, puede ejercer con autoridad moral y con sentimiento la contención, que seguramente sería más efectiva entrelazado con el Estado; pero ese entrelazado debería significar: horizontal.
De todas maneras ni la televisión ni el Inspector Layera nos contestaron, tampoco el señor Santiago González, que por lo menos me recibió.
Juan Pedro Ribas
Comentario
Es una viva voz que clama por la paz
en nuestra Patria Grande: América.
Cuánto infortunio se ve y se siente
en rostros juveniles que deploran sus vidas
a través del grito del llanto o del silencioso lloro.
Presionados por bandas delincuenciales
o por la injusticia de la vida misma,
frustran su felicidad abierta al tiempo.
Asumamos como Escritores, desde nuestras letras
un apoyo por la tranquilidad de mujeres, jóvenes y niños
de nuestras patrias amadas.
Agradecida Juan Pedro por el importante relato compartido.
Queridas hermanas y hermanos, que han acogido mi preocupación y mi dolor por temas que angustian América Latina.
Nos une un profundo amor por el prójimo y contamos, algunos humildemente, pero otros como ustedes con gran talento, contamos decía, con la herramienta de la pluma.
La pluma es la única oposición valida ante el poder, la opresión,
y la falta de sentimiento de quienes muchas veces ejercen el poder.
Por primera vez me siento tranquilo porque sé que hay muchos que palpitan y presienten lo que podemos hacer a favor de los sin voz.
Quiero compartir con ustedes estas seis frases:
Cristo “Ama a tu prójimo como a ti mismo”
Ali Ibn Abi Tâlib. “Debes ser amable y compasivo y amar a tus súbditos, pues ellos, una de dos o son tus hermanos en religión o se equiparan a ti en su creación como seres humanos”
Artigas “Que los más infelices sean los más privilegiados”
Gandhi “El amor es la fuerza más humilde pero la más poderosa de la cual dispone el mundo”
Einstein “Cuando aprendemos a dar y recibir esta energía universal, comprobaremos que el AMOR todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el AMOR es la quinta esencia de la vida”
Luther King “Hoy tengo un sueño”
Y agrego de Pablo:
“El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no se irrita, no guardo rencor, no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
Un fuerte abrazo
Querido hermano Juan pedro, amigo de toda la vida, porque mi memoria recuerda el año 1997, aquel en el que me recibiste En Positivo y de diste esa estatuilla del gaucho que nos tiene enlazados desde entonces.
Tu texto es precioso y siembra... como lo haces siempre, pidiendo amor gregario y cultura de bien.
Un abrazo permanente.
Cuántos niños matamos cada día.
Cuántos jóvenes pierden la esperanza.
Excelente trabajo. Siempre es bueno escribir sobre las realidades sociales, sobre las carencias de los menos privilegiados. Algo aporta. Gracias
Me pareció riquísimo este compartir, niños que viven en la calle no pueden más que ejercer violencia.
Durísima realidad en esta etapa de la vida, arruinado un potencial que podría crear la prosperidad de la Nación.
Argentina tiene una realidad similar y cada día se pone peor.
Considero que los que escribimos tenemos el deber de denunciar día a día este padecer, debemos ser la voz de los que no tiene voz.
Muchas gracias, Juan, por hacernos partícipes de esta realidad.
Denuncia social , clamor de la esperanza por un futuro mejor y con posibilidades, teniendo en cuenta que en los niños está el tesoro de la prosperidad.
Alzar la voz en pos de superar tanta adversidad que lapida y condena a miles de infantes y adolescentes en el mundo cruel y despiadado que socava libertades.
Gracias por este compartir que nos invita a sumarnos con nuestras plumas a este movimiento de conciencia y de denuncia en aras de nuevos horizontes llenos de oportunidades para cosechar el futuro.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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