Cuando el sol llego a mi vida,
yo era una frágil flor, pequeña e imperceptible.
Cuando me miró,
mis pétalos se sobrecogieron
y tímida esbozaba algunas palabras.
Cuando sus rayos me tocaron
sentí el calor del amor fulgurante,
y mis hojas se abrieron a la verdadera felicidad.
¡Tus rayos, oh mi sol, mi sol dorado,
me hicieron fuerte y valiente!
Me convirtieron en una rosa hermosa y vigorosa;
las demás flores envidiaban mi belleza.
Cuando el sol se fijó en mí,
pude ver el mundo de otro color;
todo me parecía manzanas de buen sabor.
El día que el sol me dio sus rayos de ternura
ya no fui la misma,
algo en mí me impulsaba a reír y cantar.
Mi sol esplendoroso me convirtió
en mujer amada, respetada, valorada.
Este sol bueno, me hizo mujer en plenitud.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
Comentario
King gracias
Rosana bella gracias
Gracias querida Mamihega
Gracias Elizabeth amiga
Hermoso versar al tierno amor al fuerte amor
que te hizo mujer amada, respetada y valorada.
Hay amores que enaltecen
hay amores que desmerecen.
Saludos amiga.
Buen poema ,poeta, abrazos.
Linada manera de expresar el amor que te llegó como un sol. Felicidades poetisa.
Gracias querida Ma Angeles
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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