Cuadragésimo sexto movimiento: Salmodia en responsorio
A Hildegarda de Bingen
Te dictaron los ángeles… no lo sé,
pero aún te celebran
ciudades que nacieron detrás del mar;
detrás del mar
nacieron tus palabras, medicina
sagrada, pureza excelsa que cantó
de la carne la espiritualidad de ser mujer,
ser mujer es imposible en este y otro siglo
donde pasan los ríos sobre las mismas piedras
y tú eres la primera, la opéra prima
de una nueva humanidad, símbolo de la virtud,
misticismo del paso entre la gente
como si no existieras, te redimo ahora
en una biblioteca donde siempre estás naciendo
de la música a la polifonal melodía de los opuestos,
pueblo eres tú en sí misma, canción que ni los hombres
pueden tallar con su silencio, poema
que no puede desangrarse sino en la dulce
piel del alma que no cesa y vive
siempre.
Éxtasis.
dE MI LIBRO INÉDITO altar de desconciertos
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