Un ilustre poeta,

que me inspira,

a continuar ,

por el difícil,…

Me senté en la comisura,

de una vacía oquedad,

viendo mi futuro cercano venir.

Contemplando…

Necesito las furias dormidas

de tu cordillera,

de la frágil sonrisa de tu boca de gema,

de las blancas…

Tu sonrisa es paz

y con ella se visten las auroras,

se convierten,

 en dulce armonía las…

La existencia,

 que me queda,

al lado,

de algún dulce río,…

Bienvenido Sergio Alejandro. En nombre de la junta directiva de la Unión Hispanoamericana de Escritores te damos la bienvenida, eres un miembro destacado de nuestra gran familia, es un honor tenerte aquí.  Dios te…

En el campanario,

repican las campanas,

y una apática paloma,

se queda inerte,…

Mis manos volaban,

con alas de colibrí,

ante su talle esbelto,

mis dedos mariposas…

Cambió mi voz

y mi semblante,

cuando aquel día luctuoso,

partió de aquí.…

Percibo el calor,

 de su antigua tierra,

 cuando se sacude,

el palpitar de mis sedientos…

Disculpen lo largo,

 pero me falto denunciar miles de atrocidades.

Observo a la muchedumbre,…

Durante algunos años,

he tenido,

que desmembrarme,

morir tantas veces,…

Tengo el privilegio,

que cabalgué junto a ella,

por parajes jamás transitados,

que…

La puerta de entrada al género Lirico, en donde he desbordado mis emociones y sentimientos en la prosa lírica, fue en este  bello espacio, del cual me siento sumamente orgulloso de pertenecer,   he ido creciendo de la mano de los mejores maestros que se pueda tener conocimientos,  de nuestra amada América latina, entre ellos Nuestro…

Te amo,

en el secreto,

de tu voz inexistente,

con todos los…

En el frenesí del deseo,,

hay un festín de besos,

y en el ínterin de la anuencia

del…

Me sosiego,

con la luz de tus sombras,

cuando busco,

la paz de mis noches,…

En tristezas,

se convirtieron mis alegrías,

el arco iris en el cielo explotó,

las aves…

Poeta siéntate,

charlamos un rato,

a ver si al fin entiendes,

el porqué de mis tristes…

Tristeza, vereda sombría,

por donde transitan mis condenas.

Trocha fría,

por donde voy…