Me senté en la comisura,

de una vacía oquedad,

viendo mi futuro cercano venir.

Contemplando inmóvil,

ese vacío sin fin,

mis pupilas inertes,

sólo querían morir.

El ocaso se hizo presente,

al fin,

 alguien se acordó de mi

y en la negrura de la noche,

 retorné cabizbajo,

 a mi abandonada morada

y por un largo periodo,

me ausenté de mi.

Quizás en otro ocasión,

esa infinita oquedad,

se apiade,

 de mi agobiante existir.

 

 

Vistas: 62

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…