Día Nacional del Mate
Los 30 de noviembre se celebra el Día Nacional del Mate en Argentina en homenaje al nacimiento del caudillo Andrés Guaçurarí, conocido --popularmente como "Andresito", principal capitán en la defensa argentina de los territorios ubicados entre el río Paraná al oeste y el río Yacuy al este, durante las invasiones luso-brasileñas.
Andresito no sólo fue el único gobernador indígena de la historia argentina, sino que fomentó la producción y distribución de la yerba mate. Según consta en su biografía en la página del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Andresito consideraba a la yerba mate un elemento central del aparato productivo y buscó centralizar su cultivo y comercialización en mano de los guaraníes, prohibiendo su ingreso desde Paraguay,
Día Nacional del Mate se oficializó en 2015. Se trata de la infusión más consumida en los hogares argentinos (90%): se toman más litros de mate que de agua por persona en el país.
De donde viene la palabra mate y que significa
La palabra mate nació del vocablo quechua matí, que significa calabaza, ya que este fue el recipiente y material donde más se tomaba cuando los españoles llegaron a América del Sur. En tanto la bombilla se denominaba tacuarí y era simplemente una caña ahuecada.
La Historia del Mate:
Al llegar los conquistadores a estas tierras, notaron que los nativos practicaban el ritual de juntarse a beber una infusión a los que los guaraníes llamaban "KAIGUÁ". Esta expresión deriva de los vocablos guaraníes "kái" (YERBA), y "Gua" (AGUA), lo que se puede traducir en "Agua de Yerba".
Por extensión, los conquistadores denominaron de esta manera a la infusión elaborada a partir de la Yerba (ilex paraguayensis). Estos tenían la creencia de que era una "hierba del demonio" por desconocer su práctica. Sostenían además que era una bebida de haraganes, ya que los nativos dedicaban varias horas por día a este rito.
La Yerba Mate debe su sabor amargo a los taninos de sus hojas, es por esto que hay quienes gustan de endulzar un poco, y la espuma que se genera al cebar, es causa de los glucósidos.
El mate es algo más que una bebida. Es una tradición que vence las costumbres aislacionistas del Criollo y empareja las clases sociales... y a través de los tiempos, es el Mate quien hizo la rueda de amigos, y no la rueda quien trajo al mate. Y no solo eso, también es un símbolo para todo aquel que se aleja de su país natal (Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y Brasil)
Leyenda de la yerba mate
Cuenta la leyenda, que en la espesura del monte vivía una humilde y solitaria viuda, agobiada por la tristeza que le había dejado la partida de su marido. Pasaba sus días en lo profundo del monte en soledad. Cierto día llamó a la puerta un extraño hombre. La mujer atendió y se sorprendió al verlo. ¿Qué desea?, preguntó. Vengo a ofrecerle una infusión mágica, que sirve para unir a la gente. Basta con poner agua calentar, y logrará colmar de gente su hogar. A la mujer le dio curiosidad y decidió hacer la prueba. Hizo pasar al hombre, y puso una gran pava de agua al fuego. El hombre sacó de su bolso unas hojas y las coloco dentro de una calabaza hueca, junto con una cañita. Cuando el agua comenzó a hervir, exaltado el hombre exclamó ¡Mujer que no hierva el agua, que de esa forma no podrá suceder la magia! La mujer sonrojada apagó el fuego e inmediatamente pasó la pava al hombre, quien con una sonrisa grande entre sus dientes le dijo – La magia será instantánea no se asuste- y ante la expectativa de la mujer dio una probada de la infusión.
¡Delicioso!, comentó, "Si tuviera algo dulce para acompañar sería perfecto".
Repentinamente alguien llamó a la puerta. La mujer que no salía de su asombro, corrió a abrir la puerta. Era una mujer de edad, que con una sonrisa exclamó: -Disculpe señora no suelo andar por estos lares, el paisaje me atrajo por demás y entre la espesura del monte divisé su hogar- ¿Le gustaría compartir estos buñuelos dulces que hice para la merienda? La mujer no podía creer, el entusiasmo y la alegría eran tan grandes que no dudo en hacerla pasar rápidamente. El hombre continuó cebando la infusión y susurro -Tal vez un poco de música ayudaría- agregó el hombre y bebió un poco más. En la puerta se escuchó un gran barullo, la sorpresa de la mujer fue aún más grande, un grupo de música se encontraba afuera y muy amablemente se dirigieron a ella:
Buen día Señora ¿Sería tan amable de convidarnos un poco de agua y dejarnos descansar aquí? La mujer desbordada de felicidad, no pudo responder. ¡Claro si no es mucha molestia, a cambio podríamos regalarle unas dulces coplas! La mujer exaltada exclamó ¡Adelante! con mucho gusto pasen, pasen. Mientras tanto, el hombre y a la señora de edad compartían la infusión llenos de alegría, se acompañaban de los dulces buñuelos. La humilde casa desbordaba alegría con la música de un festivo Chámame. Los habitantes del pueblo, atraídos por la música se acercaban trayendo algo para compartir. Todos reunidos alrededor de una fogata, cantaban mientras compartían aquella infusión que los había reunido. Nadie reparó mientras compartían, que el extraño había desaparecido. Dejando tras de sí la mágica infusión. Una infusión que ahora podrían utilizar cada vez que quisieran compartir y reunirse, como un símbolo de confraternidad. La mujer corrió hacia la ventana y no vio al hombre, la sorpresa fue aún mayor, en el medio del jardín flameaba un hermoso arbusto de hojas verdes resplandecientes, la mujer lo había entendido. Se había quedado feliz y agradecida por tan milagroso regalo. El visitante, no era otro más que Tupá (el Dios del bien), y la infusión mágica, su regalo, nuestra tradicional Yerba mate. Aquel día nació el ritual del mate, la infusión que nos invita a pensar, compartir, aliviar la soledad y unir corazones.
Andrés Guacurarí Artigas
Andresito como se lo conoce entre quienes lo quieren y lo han convertido en el máximo prócer de nuestra provincia de Misiones, algunos dicen que nació en San Borja (ubicada en el actual Estado brasileño de Rio Grande do Sul) y otros en Santo Tomé, actual Corrientes en una fecha que, presumiblemente, sería el 30 de noviembre de 1778. Según Felipe Pigna su infancia transcurrió en Santo Tomé donde pudo educarse desarrollar un muy buen nivel de lectura y escritura y aprender a ejecutar diversos instrumentos musicales. Sin embargo, en las memorias de Fermín Félix Pampín se encuentra una versión totalmente diferente del encuentro: “Este héroe guaraní cuando apenas contaba 13 o 14 años hizo fuga del pueblo de su naturaleza, e internándose en la inmensa campaña de Montevideo, se agregó a Don José Artigas, quien asociado a changadores y demás salteadores, que entonces cubrían aquellos campos, huía del rigor de la justicia”. Esta información aportada por Pampín se ve corroborada por otro documento, salido de la misma pluma de Andresito. En la carta que le remitiera al Conde de Casa Flores el 4 de mayo de 1821, el recientemente liberado caudillo guaraní requería alguna ayuda económica para retornar a Misiones, sosteniendo que de otra manera “me será imposible sin recibir auxilio del que siempre llamé Padre, don José Artigas, a quien debo mi educación”.
En 1815 Artigas lo nombra Comandante general de Misiones, un cargo equivalente al de gobernador. Su primera misión militar fue recuperar los pueblos misioneros ocupados por los paraguayos.
El único gobernador indígena de nuestra historia ejerce una conducción humana, justa y socialmente revolucionaria, recordando y aplicando la máxima Artiguista al anunciar la primera reforma agraria de América “que los más infelices sean los más privilegiados”. Ante todo, abolió la servidumbre en todas sus formas y repartió tierras a los que las habían perdido a manos de la conquista, el saqueo, la estafa o todo eso a la vez. Durante su gobierno, se eliminaron del territorio bajo su jurisdicción todos los símbolos, escudos y emblemas que pervivían de la colonización española, y recobraron su vigor los cabildos de los pueblos originarios que tenían una función central en la administración del territorio fomentando la producción y comercialización de la yerba mate y la fabricación de pólvora y hasta la instalación de hornos para fabricar puntas de lanzas. Uno de los elementos centrales del aparato productivo es la yerba mate y va a ser un factor determinante en todos los conflictos que va a haber en Misiones. Lo que hacen Artigas y Andresito es establecer una especie de monopolio de la explotación de los yerbales naturales por parte de los guaraníes y de la comercialización, prohibiendo su ingreso desde Paraguay, de forma tal de garantizar a Misiones un acceso a recursos económicos a través de este producto. Todo esto está registrado en un intercambio de cartas entre Artigas y Andresito, donde hay un incentivo a que los guaraníes comercien y exploten la yerba mate.
En la defensa del territorio misionero de los avances de las tropas brasileñas sobre el mismo, la suerte le fue variada obtuvo triunfos y también fue derrotado por lo que estuvo prisionero en Porto Alegre y en la prisión de Lague.
Como dato anecdótico y rescatando otros “olvidos” de la historia, entre sus hombres estaba Matías Abucú quien luego de combatir en San Lorenzo y recibir como obsequio del Gral. San Martin un uniforme de granaderos partió a combatir junto a José Artigas y en la batalla de Apóstoles y otros combates posteriores combatió junto al comandante Andrés Guaçurarí luciendo dicho uniforme.
El comandante “Andresito” murió en Brasil hacia 1821 o 1825.
Elías Almada
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