El guarda espalda de Urquiza
"Mi abuela lo conoció al General Urquiza. El pasaba de la casa donde vivía, donde actualmente es el Correo Central, a donde tenía su escritorio, que ahora es el Colegio del Huerto, por un subterráneo, porque tenía muchos enemigos. El se cuidaba mucho de los contrarios.
En los campos de Urquiza él tenía muchos hombres que cuidaban todo. Y una vez se entró un hombre, un pobre hombre por equivocación y encontró un gran nidal de huevos de avestruz. Y entonces rompió contra una piedra uno y se lo comió.
Entonces los cuidadores se lo trajeron al General Urquiza y le dijeron;
—Mi General este hombre es un ladrón que ha tomado un huevo de avestruz y se lo ha comido.
El General Urquiza lo miró fijamente y dijo:
—¡Pasenlón por ladrón!
Eso era que lo iban a fusilar. Entonces el hombre, de susto y de la nerviosidad le dijo:
—Me extraña, mi general, que por un hombre mate un huevo.
Entonce a él le hizo una gran gracia y se tiró una gran carcajada y dijo:
—Por corajudo, no lo maten. Dejelón para mí.
Desde entonces fue su gran guarda espalda, y una vez le salvó la vida. Alguien en un gran asado le tiró un cuchillo en la espalda al General Urquiza, y él por intuición, dio un paso más al costado, a la derecho y le pegó el cuchillo en la espalda a éste, que lo había nombrado guarda espalda, muriendo, y sin saber que quién era. Le salvó la vida, y ante de morir le dijo:
—Mi General, usté me salvó la vida a mí y ahora yo se la salvo a ustéd.
Fue un hombre fiel."
Por Romelia Campos, de Paraná Entre Ríos. Escrito allá por el 1970
Fuente: Libro "cuentos y leyendas populares de la Argentina"

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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