Mi corazón se partió en mil pedazos,

como un cristal que se lanza al suelo,

ella se fue, dejándome en el ocaso,

y yo, perdido, sin fe ni consuelo.

 

Ella me usó… como si fuera nada,

solo un refugio, un rincón de paso,

yo la amaba, la tenía en mi alma anclada,

ella fingía… mientras amaba a otro acaso.

 

Dejé todo por su amor mentiroso,

dejé mi hogar, dejé a mi madre,

pensé que su amor era poderoso,

pero era un fuego que solo arde y arde.

 

Ella era mi mundo, mi razón de ser,

mi universo, mi norte, mi todo,

pero jugaba sin dejarme ver,

que su amor era falso, solo lodo.

 

De mi entrega se aprovechaba,

de mi fe, de mis ganas, de mi empeño,

y mientras mi alma a ella se entregaba,

ella a otro le susurraba su sueño.

 

Ahora camino solo entre sombras,

con el alma rota y sin dirección,

su recuerdo es un mar que me ahoga,

su traición, mi eterna maldición.

 

 

 

Vistas: 6

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar Hace 14 horas

Muy bello tu poema, Brayner. 

Nos abres tu corazón dolorido.


DIRECTORA ADMINIST.
Comentario de Maria Herrera Hace 14 horas

Un gusto leerte, gracias por compartir

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…