¿Dónde queda la otra orilla, la atávica?

¿Dónde quedaron las huellas de un jardín?

¿Dónde renunció a la beatitud

la primera pareja?



¿Qué mar atravesar, qué suampo,

qué abismo sitiado se nos hace peñasco,

saliva que busca “a tientas en la luz”,

en “la ciega certeza” que atravesó el poniente?



¿Cómo ir a esta comarca, a este refugio

ante los infortunios?

¿A quién orar, a quién llamar?



¿Por qué somos de un barro…

Dije entusiasmo y fue como recordar a Whitman,

a Darío y su  “Nenrod que todo caza”.

Dije entusiasmo, y percibí el oráculo

que quizá estaba reservado para otro.

La palabra y el vicio serán mirados;

el escrutinio cavará la sombra de su propio litigio.

Dije entusiasmo y eran los potros, no del Atila incansable,

sino los que nacen de la espuma y todo lo reinventan.

Había un sueño por el…

La ferocidad de la comedia

no está en reír,

sino en impugnar el dolor que hemos vivido.

Lo augusto de este “trágico burlado”

que mencioné algún día

no está en lo absurdo o lo grotesco,

sino en el retrato que destruimos de nosotros mismos.

Y por eso, porque no sabemos

para dónde ir

con el deshielo o la guerra,

solo que la fuga es posterior al duelo;

porque…

Acaso han muerto sus delirios en las noches

cuando acude el miedo o cuando vence al fin

una metáfora inusitada.

Acaso han quedado vacías sus cajas,

sus huesos rotos, sus ojos escanciados

por el esplendor que los ve nacer

día a día en cada lector

que se reinventa.

No, no mueren los poetas,

los músicos que siguen golpeando los mismos nudillos

contra el gong,

los pintores que dejaron…

¿Quién pagará

esta nave que estrellamos contra los meteoritos,

este auto que despedacé en el abismo,

esta circunstancia de beodo maltrecho

una tarde cualquiera,

esta prótesis insicuérvida que me acompaña

en la periferia cutánea,

este ojo biónico?

¿Quién pagará los daños de este incendio,

de esta última explosión en el…

Hoy mismo, quizá nunca,

solo desfiguro los recuerdos al contarlos,

ya no transito del corazón al papel,

de la médula al texto,

de la cabeza al poema abatido

por las dudas.

Recuerdas aquel aquesto,

la forma de buscarte entre la gente,

los besos y tu vestido blanco,

el inicio irreversible de una peripecia.

Ir y debatir el premio por la escoba antigua

o el poema, reunirnos con amigos en la…

Si te miro

dejas de ser.

Si sabes que estoy aquí

dejas de pertenecer a la certeza.

Si me escuchas

dejo de ser el mismo sonido,

el arco tenso del violín que nos rasga

y sentencia la vida, el puzzicato,

el imán que interrumpe nuestros sueños.

Si te miro dejas de pasar

por diferentes senderos a la vez,

te unes a otros iguales

en el mismo…

UNA SOLA VOZ

Una voz capaz de reunirnos,

no importa si somos tan pequeños

como pétalos resueltos al contacto.

Una voz que no diga los recuerdos

sino la sensación de ser presente,

perpetuidad, tangibles sonoridades en el bosque.

Ocarinas y tambores resueltos en círculo,

danza de la vida, sudor en el temascal

de la aurora, paloma que viaja

con nosotros al limbo. Resolución de…

Ahora que ando en estas peripecias

casi siempre marcha atrás;

después de todo estamos hechos

de las sombras oníricas de ayer,

de apenas atisbos del mañana

y quizá, cuando nos detenemos,

vivimos el ahora.

Ahora que resumo algunas vidas

en el zumo de una memoria casi intangible,

yo sé de las veces que un dolor de muela

paralizó las horas. También

recuerdo que entraron los ladrones una…

HISTORIAS

I

Quizás yo sea esa muchacha con hambre,

una Sherezade insaciable de noches,

una víctima de amores enfermizos.

Poseso de instantes,

vuelvo a la guitarra de los versos.

Quizá mi madre venga

cuando yo decida salir al viento,

a una carretera inundada

por tropeles y fantasmas y caballos y piedras

empujadas por el agua.

II

A principios del siglo veinte he…