Indudablemente estos dos años en que la pandemia nos obligó al distanciamiento físico sentimos más que nunca la carencia de este contacto tan enriquecedor, experiencia que nos enseñó a valorarlo en su justa medida.
Tocar y ser tocado, estrecharse en un abrazo, tomarse las manos, aceptar una caricia…
Dar y recibir afecto, consuelo o reconocimiento es importante para nuestra salud física y psíquica. Existen investigaciones importantes realizadas tanto en seres humanos como en animales que lo atestiguan como así también fue demostrado en medio hospitalario en pacientes de alto riesgo, cardíacos y terminales. Los niños que son suficientemente acariciados aumentan más rápidamente de peso y evolucionan como individuos más independientes y seguros de sí mismos. No olvidemos que durante los meses de gestación ellos son acariciados por las “olas amnióticas” en el vientre materno. Está demostrado el efecto beneficioso de la lactancia materna que no solo depende de los componentes de la leche humana sino también del contacto “piel a piel” del bebé con su madre.
El tacto es el más esencial y extenso de los sentidos y proporciona un placer inmediato. Es la “clave” de la humanización.
La piel, su órgano, se renueva constantemente; es sumamente versátil, protege del medio ambiente y tiene múltiples funciones.
Las manos son las mensajeras de la emoción.
Un masaje mejora tanto al destinatario como al que lo proporciona. Para ello solo se necesita calma, buena y respetuosa predisposición y deseos de ayudar para combatir el estrés.
Su poder curativo produce un estado de comunión con el otro ser, alivia el dolor de la soledad y sirve como auxiliar de cualquier tratamiento médico.
Delia Checa - D. R.
Mendoza, Argentina
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Muy interesante texto, así es cuando el amor desciende del corazón a las manos las manos tibias de amor producen calma y nos da protección, que a la vez perdura a través de los años-
Así es, Donato, las manos son un "instrumento" humano muy hábiles para expresar amor.
Muchas gracias por tu lectura y el comentario tan enriquecedor.
"...Dar y recibir afecto, consuelo o reconocimiento es importante para nuestra salud física y psíquica..."
Es una gran verdad la que compartes en tu Ensayo.
El tacto, el contacto, son medicinas incomparables,
acaso insustituibles.
¡¡¡No hay como la caricia!!!.
FELICITACIONES Delia.
Muchas gracias, Benja.
Mil gracias, Iris, por tus palabras tan cálidas.
Un gran abrazo.
Muchas gracias, amigo Beto.
Abrazo.
Muy cierto estimada Delia. El tacto es tan necesario e importante que nos permite sentirlo como un antiestrés, tal como lo explicas. Cuando obtenemos el abrazo de alguien querido, nos sentimos más felices de tenerlo en nuestra vida. Precioso ensayo, felicidades.
Así es, Rosana. Muy agradecida por tu grato comentario.
Delia ,
Sí que es fluir de energías el contacto humano, son cables que se entrecruzan y trasmiten corriente,.Esa forma de dar, trasmitir, contagiar , conectar con el otro despierta sensaciones y emociones diversas directamente vinculadas con la vida , con la calidad de vida.
Recordemos la experiencia psicológica de aquellos bebés depositados en sus cunas para probar la relación salud / contacto humano. Algunos niños eran atendidos y acariciados por las madres, otros nunca fueron tocados. Al cabo de poco tiempo los incomunicados murieron.
Cariños Martha
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//El tacto es el más esencial y extenso de los sentidos y proporciona un placer inmediato.
Es la “clave” de la humanización.//
¡¡MUY BUENO!!
Siempre es un gustazo leerte
Van abrazotes amigaza