Es honra de los hombres proteger lo que crece,
cuidar que no haya infancia dispersa por las calles,
evitar que naufrague su corazón de barco.
Armando Tejada Gómez
Es doloroso contemplar
en rica y fructífera tierra
niños a miseria reducidos.
Mezquina mano los alimenta…
El alma se nos estremece…
¡Desaparece la alegría y el canto!
¿Por qué tantos niños pobres?
¡De indigentes el país se llenó!
El sol para ellos es fuego fatuo
los campos áridos y desnudos.
Sus sendas de espinas plagadas.
Viven invierno perpetuo.
¡Qué impiadosas son las ciudades!
Sobre el frío cemento mueren los sueños…
¡Con qué frialdad dan la espalda
a la miseria y a los niños roban la risa!
Delia Checa
De mi libro "La Patria grita en mi Sangre"
Mendoza, Argentina - 2017
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Excelente poema que plasma con dolor el sufrimiento de la infancia en tu tierra. En la mía, se les ayuda, pero no es suficiente, pues depende de comunidades. En la mía hay mucha ayuda para la infancia, pero sus padres también la necesitan. Bss.
Sí, es sumamente doloroso ver los niños, el potencial de la nación;
vivir, si a eso le podemos llamar vida, tan carentes de lo básico.
¿De qué país eres, María?
Gracias por tus palabras.
Abrazos.
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