CÓMO CORROMPER A LA AUTORIDAD
Por Carlos Garrido Chalén
La Iglesia Cristiana Vida Abundante de Honduras, ofreció en su revista “Fe y Política”, con una dosis inusual de ironía y perspicacia, una especie de “Guía”, de siete puntos, muy eficaz, para alcanzar el objetivo de “corromper a la autoridad”. Por ser de interés público, me permito reproducirla para ustedes:
1. Sea servil: preste a su superior una obediencia ciega e incondicional. Nunca pregunte la razón de sus órdenes. Diga siempre invariablemente: “Si, Señor”. Dé un apoyo incondicional y total a todo lo que su “superior” diga, haga o proponga. No pierda ocasión para mostrarse extremadamente galante y servicial con él. No importa como lo traten a usted, sin duda estará favoreciendo la corrupción de la autoridad.
2. Dé regalos: nunca olvide ofrecer a su “superior” un regalito interesado. De preferencia un regalo que haga cosquillas a su vanidad: un objeto de lujo, un “chisme”. Es la manera de asegurarse un trato favorable de parte del “superior”, quien en adelante difícilmente le negará nada.
3. Haga favores personales: no niegue nunca a su “superior” un favor personal que le pida. Sobre todo cuando involucre a familiares suyos, o se trate de dinero o de cuestiones de amistad. Aproveche especialmente las ocasiones en que él esté mal, por ejemplo, en una crisis. De este modo la autoridad se sentirá eternamente en deuda por el favor que usted le hizo.
4. Adule a la autoridad: elogie siempre las palabras y las medidas del “Superior” y dígale sólo las cosas que le gusta oír. Déle títulos honoríficos que lo envanezcan, “Jefe”, “Gran Jefe”, “Superior”, etc. No le niegue un trato lisonjero, rivalizando con los demás en detalles y obsequios. Justifique y apruebe sus privilegios, y muéstrese convincente, aprovechándose de ellos. Y aunque lo llamen “sobón”, estará aportando una bella contribución a la corrupción de la autoridad.
5. Cuéntele chismes: lleve a oídos de su “Superior” lo que sucede entre el pueblo, especialmente lo que tiene que ver con sus vidas privadas: sus problemas personales, familiares, afectivos, crisis, etc. Si es posible como primicia: denuncie especialmente a los críticos y opositores. Aprovéchese de esto sobre todo si usted es un hombre de su confianza: amigo, consejero, asesor, etc. Aunque aparezca como “acusón”,”delator”,”intrigante” ¿qué importa?, le informo que usted ha contribuido a la corrupción de la autoridad.
6. No le preste importancia a las cosas: si la autoridad está yendo por un mal camino y uestes se da cuenta, no haga nada. No opine, no critique, no sugiera. Deje simplemente que se queme y se desmoralice. Especialmente cuando un escándalo comprometa al “Superior”. Así permitirá que la infección se extienda y la autoridad se pudra más y más.
7. Haga oposición sistemática: cambie ahora de estrategia. Ataque todo lo que el “Superior” dice o hace. Enfréntele públicamente. Destaque sus defectos. Desmoralícelo delante de otros. Convenza a todos de que es un impotente. Frente a sus fracasos diga con alegría:¿no lo había dicho yo?.Podrá estar seguro que el “Superior” caerá en la tentación de optar por una línea autoritaria y obtendrá la corrupción de la autoridad, no por deficiencia, sino por exceso.
Cada una de estas actitudes sólo es viciosa por su baja intención y su exageración. Su antítesis podría ser una obediencia respetuosa, una expresión concreta de amistad, una ayuda personal, un trato cortés, una información objetiva y serena en cuestiones delicadas, en busca del bien común. Pero eso solamente si Ud. no desea corromper a la autoridad. Elija.
Carlos Garrido Chalén
Presidente Ejecutivo Fundador de la UHE