GUERRA DE ABRAZOS
Por Héctor José Corredor Cuervo
Ya la aurora despertó
con una bella sonrisa
diciendo que amaneció
y que imitemos con prisa
a ese ser que ayer soñó
en un mundo sin ceniza.
Iniciemos ya la guerra
sin bombas ni cañonazos
utilizando en la tierra
la fuerza de los abrazos
para sentir donde quiera
la libertad sin más lazos.
Demos abrazo a la madre
por darnos amor y vida,
al hermano, a nuestro padre,
quien trabaja cual hormiga
bajo el sol que da su lumbre
sin temor al homicida.
Demos abrazo al amigo
al hijo, a los compañeros,
al que ha sido un enemigo,
al maestro, al limosnero,
a quien impone castigo
al superior y al obrero.
Construyamos ya trincheras
de ideales con mucho altruismo
para enfrentar a las fieras
que siembran con egoísmo
políticas extranjeras
con bombas y terrorismo.
Libremos con solo abrazos
las batallas entre hermanos,
sin odio, sin más balazos,
para soñar como humanos
en una paz sin pedazos
hasta morir bien ancianos.
¡No más izquierda o derecha!
¡No más pugnas entre estados!
cerremos ya esa gran brecha
abierta por los malvados
en una Patria maltrecha
sin trabajo y sin arados.
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