¡Qué maravilla verte, 
encontrarte en celeste anhelo; 
y de los escritores, 
observar bello cielo; 
aquellos muchos que verán tu velo! 

No quiero ver tristezas, 
no quiero ver negruras de tus hormas, 
ver tan sólo bellezas 
de tus árabes formas, 
forjadores que te resuelven normas. 

No dudo de temores, 
heroico cual ninguno, cual las fresas, 
sólo admiro tus flores, 
de los muros cual mesas 
otrora se toparon con destrezas. 

¡Qué rápido mirarte! 
Es lógico saber de tu contento, 
Irving logró cantarte 
y fue como portento; 
tu majestad nos demostró todo esto. 

Te quiero cual la vida, 
y luego por la nueva me dirijo; 
Granada consentida, 
granate, yo me rijo 
ves ilusión amada que corrijo. 

Viste luchas de hermanos, 
de reyes de diversas religiones; 
de moros, de cristianos, 
católicas legiones, 
luchaste por amor de tus regiones. 

Por eso yo te canto, 
con un verso sabroso ya expandido, 
con puro y dulce encanto 
termino ya rendido, 
amándote, contorno tan prendido.

 

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Respuestas a esta discusión

MUCHAS GRACIAS POR TUS ELOGIOS A MI ODA, AMIGA ANA. OTRO ABRAZO.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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