Huellas de amor
Pequeña y delgada
tan frágil,
tan callada,
pies gitanos, zapatillas rosadas;
tus manos
giraban
molinillos graciosos,
sonrisa de manzana
etérea libélula en la danza,
no alzabas vuelo y tus pies sangraban.
Tu alma silencio y amor, humildad.
Y Pucará llegó, te enamoraste,
blanca y fiel
antes de irse dejó la simiente…
Tu Lady colorada, tu potranca.
Crecieron juntas, tu voz
de brisa acariciaba su oído,
mansa se entregó,
en el viento volaban
como tierra indomable.
Tu amor y alegría desplegaste
cabalgando entre los árboles;
una sola eran, las aves cantaban libertad
a tu guerrera savia, indómito oleaje.
Increíble niña, volaste
en mares verdes hacia el sol…
Hoy, veo el brillo reflejado
en la espiga frágil de tu cuerpo
donde se columpian tus vértebras,
en tu sonrisa de vestal
sangre de ríos inquietos.
Naciste para ser un cisne de cristal;
ante tu gracia palpita mi alma
¡Busco tu huella para besarla!
Matilde Maisonnave
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Ines Matilde, de corazón y muy sincero, os presento mi felicitación por tan hermoso poema y por tan bien merecido galardón, un gran abrazo.
Divino!!! y merecido el destacado amiga.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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