SI LOS ENVIDIOSOS VOLARAN, NO VERÍAMOS NUNCA LA LUZ DEL SOL. Por Luiz Terry Zegarra

SI LOS ENVIDIOSOS VOLARAN, NO VERÍAMOS NUNCA LA LUZ DEL SOL
Por Luiz Terry Zegarra (*)

Tema dedicado al laureado poeta Carlos Garrido Chalén 

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En el 2009, Carlos Hugo Garrido Chalén, se hizo acreedor al Premio Mundial de Literatura otorgado por Venezuela. El laureado vate peruano, ha venido cosechando los frutos de su larga y fructífera trayectoria como escritor y poeta. Para quienes lo conocemos no deja de sorprendernos gratamente, el que su prolífera y sensible pluma sea un espiral en ascendencia por la parte ancha de su desarrollo, poco después ser nominado al Premio “Miguel de Cervantes” de España .

Este extraordinario poeta de gran versatilidad es además jurista, educador, ensayista, escritor y Embajador Universal de la Paz por el Círculo de Embajadores de la Paz (Ginebra - Suiza)

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De Carlos Hugo, hay mucho qué decir, y si me propusiera hacerlo no quedaría tiempo ni espacio para mi sencilla nota sobre el tema que deseo tratar: La Envidia, a propósito del ilustre poeta y escritor, guardo con aprecio algunos de sus libros con dedicatoria a mi persona. Así mismo, tengo algunos de sus artículos, uno de los cuales se refiere a la envidia y llega a citar un viejo dicho repetido por su abuela: “si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos hubieran”.

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Cuando leo este adagio de la sabiduría popular, acude a mi memoria aquel dicho que parafraseaba la mía : “si los envidiosos volaran, nunca veríamos la luz del sol” ; en otro de sus panfletos que tal vez sólo por distracción escribe , Carlos Garrido refiere escueta y sucintamente una fábula protagonizada por una luciérnaga y una serpiente donde ésta quiere acabar con el pequeño coleóptero sólo por el hecho de que no puede soportar su brillo.

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La envidia es definida por los diccionarios como tristeza o dolor por el bien ajeno. Algunas personas albergan pasiones mediante las cuales pueden sentir admiración por alguien, deseo de ser como otros, o que en lugar del vecino a ellas les toque la lotería, las cuales podrían ser sentimientos cuasi normales o perfectamente entendibles. Lo que resulta degradante y estúpidamente destructivo es el vicio que carcome las entrañas de quien deja germinar en su interior sentimientos que le crean toda clase de males y le cercenan las virtudes con las que nacieron.

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La envidia es un sentimiento que pretende inocular su veneno a la persona que lo dirige; curiosamente, siempre obtiene lo contrario . Jamás sacia el afán ponzoñoso del que la tiene y más bien constituye un escondido homenaje al destinatario. El envidioso, sin aceptarlo ,vive declarando su pequeñez e impotencia de poder brillar con luz propia y proclama sin quererlo las virtudes y éxitos del envidiado; el envidioso no se da cuenta de que cuando habla de alguien, lo hace porque en el fondo se siente inferior a esa persona porque ve en ella atributos que le molesta observarlos y sin embargo están pendientes de sus logros, esperando, a veces, en vano el día en que puedan verla a su propio nivel de carencias. A los envidiosos les duele la impotencia de recuperar los valores, la perfección y la felicidad que les fue dada por el Creador. Sin quererlo, los envidiosos con su envidia, están alabando las posesiones, los logros, la personalidad que ellos no poseen.

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De las mas bajas pasiones, la envidia ocupa un lugar tan degradante donde ninguna otra pasión humana se puede situar. No se conoce a nadie que reconozca, ni siquiera para sí mismo su envidia hacia los demás. Podemos presumir de altivos, violentos, hasta de pícaros, bandoleros, vanidosos u orgullosos, pero nadie es capaz de confesar públicamente que siente envidia por el resto, aunque ésta le este corroyendo las entrañas o le queme el corazón.

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La envidia es el único vicio donde se nota la perversidad humana en su forma más baja; hay vicios que pueden armonizar con un corazón bondadoso . Pueden haber personas violentas pero buenas; vanidosas , orgullosas , pero con un corazón esencialmente sano.

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Carlos Garrido Chalén, de quién he recogido otros conceptos valiosos, dice con verdad: “Esta sociedad está tan al revés que a lo malo lo llama bueno y a lo bueno lo distingue como malo . El éxito lo paga con desprecio y al talento con la maquinación vil y la calumnia”

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Quiero terminar este artículo con una reflexión , y es que en rigor , no hay nada importante qué envidiar , nadie tiene nada tan de alto valor que yo no pueda tener o alcanzar, salvo pequeñeces a las que no quisiera aspirar. El alma de cada uno es personal y no tenemos porqué realizarnos a la sombra de lo ajeno. Lo importante es lo que se es y no lo que se tiene. Pueda que hayan personas más listas , mas guapas, más ricas que yo ,pero ninguna de esas cosas son mas importantes que mi Yo interior y mi propia espiritualidad; ninguna de las cualidades ajenas me resultan importantes para ser feliz. En realidad contra la envidia, basta saber que la felicidad consiste en el desarrollo máximo de las leyes espirituales que se encuentran inscritas en nuestra naturaleza y no en la conquista del alma o la felicidad del vecino.

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(*), poeta, ensayista y hombre de teatro

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MAGNIFICO APORTE, GRACIAS POR REGALARNOS, HAGO MIAS LAS PALABRAS DEL POETA ELKIN MEJIA OSPINA
" Nuestros envidiosos,son nuestros más férvidos admiradores, solo que les falta grandeza de alma para admitirlo."
BUENAS TARDES, MIS SALUDOS DESDE BRASIL'MIL'.

e     x     t     r     a     o     r     d     i     n     a     r     i     o

UNA VERDADERA JOYA DESDE TODO PUNTO DE VISTA

LITERARIO, HUMANO, ESPIRITUAL...

me quito el sombrero y aplaudo tu obra, amigo Luis

 

Bendiciones incesantes

 

 

Envidiar es uno de los estados de mayor ignorancia del se humano. creyendo que esta imposibilitado, limitado o no merecido. Procurar la educación de las personas sobre los estados de conciencia y las capacidades que contiene el Espiritu que nos habita es la Principal tarea que debemos emprender todos quienes poseemos la capacidad de darnos cuenta de tal asunto y pasar a correr esos velos que nos hacen creer que existen personas mejores o más privilegiadas que otros...

Nos hemos levantado en una sociedad que Valora al otro por lo que tiene y las marcas que exibe y las capacidades o poderes para adquirir bienes y servicios y disfrutarlos... Los Valores SUSTENTABLES en el tiempo y el no tiempo estan directamente otorgados por el Espiritu que crea a los cuerpos y a toda Vida en este sistema..Lo que nos hace IGUALES A TODOS... Merecedores pues cada uno dentro de sus posibilidades y planes de vida desarrolla aquello para lo cual la Vida ha tomado dos células y se ha tejido un traje llamado cuerpo...


Ningun defecto viene por si solo... es un aprendizaje de la sociedad donde se desarrolla el individuo, es una creencia que genera un conducta socialmente indeseada pero que a la vez sustenta desde la praxis...

Amigos! al detectar la envidia ayudemos a quien la expresa otorgando Luz en su conciencia...acerquemonos amorosos para que descubra quién es y cómo alcanzar el desarrollo de sus potencialidades...

Es momento de unidad y cooperación, momento de Ser Todos el TODO... el Amor encarnando las acciones que el Espiritu requiere para alcanzar la fraternidad...

Es una pequeñisima opinión sobre este sensible tema...

Reciban Bendiciones para ti Luis por este ensayo que abre las puertas de la discertación, la reflexión y el discernimiento.

Excelente reflexión. Gracias por compartir. Saludos.

ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON ESTE MAGNIFICO ENSAYO EN EL QUE GRANDES VERDADES QUEDAN ESCRITAS, LA ENVIDIA CORROE E INTENTA DESTRUIR. LA FALTA DE FELICIDAD POR PARTE DE LA PERSONA ENVIDIOSA QUIERE CREAR INFELICIDAD EN LOS DEMÁS, DESCRÉDITO Y...MIL CALIFICATIVOS.

HAY MUCHA Y SE REPRODUCE COMO LA MALA HIERBA.

HA SIDO UN PLACER LA LECTURA

ABRAZOS

No he querido tomarme el tiempo para responder a las opiniones críticas que vienen de arriba donde están situados mis dilectos compañeros de quehacer literario. Quise tomarme el tiempo para deleitarme con vuestros afines juicios complementarios y de identidad con los míos, los cuales he leído una y otra vez con verdadera limpieza emocional porque puedo sentir la bienvenida que da mi alma a la generosidad de las vuestras, que llegan pletóricas de solidaridad, de identidad, de abundancia en amor y amistad, sentimientos manifiestos que aprecio grandemente porque se de quienes vienen: mis amigos. Ayer le reiteré a Carlos Garrido mi renuencia a cometer pleonasmo; cuando pienso en mis amigos, no pienso en mis “verdaderos amigos” porque los amigos no pueden ser de “mentiritas” son de verdad. Recogí una frase de Wayne Dyer: “nuestros amigos son la recompensa que da Dios por los parientes que hemos perdido” Efectivamente, un amigo puede ser más que un hermano; porque un hermano, no siempre es un amigo; pero un amigo, siempre será un hermano. La amistad es, a diferencia del amor, un sentimiento compartido, a menudo en el amor sólo uno es el que ama; mientras que la amistad es un vínculo permanente de unión y concordia entre dos personas, cuanto más vivos y francos son los lazos que los unen más se fortalece. Gracias a todos ustedes amigos, mis amigos: gracias a Jhonny Olivier, a Patricia Mélida Cuenca Chávez, a nuestra Presidenta UHE Milagros Hernández Chiliberti, Elkin Mejía Ospina, María Beatriz Vicentelo Cayo, Cristina Validakis, a la Dama de la poesía Liliana Viacava, a Margarita Ruiz Ruiz, a Rosa María Fiocchetta y, desde luego al destinatario inicial de mi modesto ensayo: Carlos Garrido Chalén . A través de ustedes, igual a todos los distinguidos miembros de la UHE mi amistad imperecedera, mi admiración y afecto.

¡ Estimados buenas noches, buenos días, hola!!! Por que perder un minuto en la vida pensando a los enemigos, ellos no valen nada, en absoluto, si bien que el relato de nuestro escritor Luiz esta digno de nota 100.

Pero mi querido Amigo Carlos Garrigo Chalén, hombre cultísimo y noble, adentro y afuera de su corazón, poco le incomodan los envidiosos, por lo menos por lo conozco de Carlos y de su familia, valen por la formación y educación espiritual que Dios les ha regalado.

Mas ustedes quieren saber, un día mi abuelo me ha dicho: “ Adelaidita se algún tuvieres envidiosos a tu lado, y que hablen de ti, es que tu serás alguien en saberes y quereres, si nadie te mira, pobre de ti hija mía”.  Amigos míos, nunca lo voy olvidar, ni mi abuelo amado ni sus palabras.

 

Un abrazo tierno al mundo, hasta a los envidiosos para que sepan el calor del cariño.  

Adelaide Vilela

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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