VANESSITA Y EL POETA

[ELISEO LEON PRETELL]

VANESSITA Y EL POETA
Autor: Eliseo León Pretell
*Poeta escritor peruano
“Ciudad Satelital”
Houston Texas, EE.UU.

(OCTAVILLAS)

I
Una niña juguetona
hermosa como un quilate,
se acercó una tarde al vate
cariñosa y preguntona.
Poeta, usted me perdona
lo que le voy a pedir.
¿Podría usted escribir,
versos a mi chocolate?
Ante el raro disparate
no supo ni qué decir.
II
Pensando cómo partir
en este infantil encargo,
le prometió sin embargo
en escribirlo y cumplir.
En el tema describir
a la diáfana niñez,
con su nívea candidez
y perfume de jazmines,
como alados serafines
de divina calidez.
III
El bardo con sencillez
dejó su impresión escrita,
de la inocente niñita
hermosa como la mies.
Describió con lucidez
al sabroso chocolate,
y ese corazón que bate
en su florida inocencia
perfumada como hortensia
y frescura de tomate.
IV
Hasta hoy mi corazón late
jubiloso de contento,
vuelvo al preciso momento
Vanessa y su chocolate.
Mi pluma ha ido al rescate
como afilado buril,
para plasmar el perfil
de la pureza inocente
de la niñez que no miente
con su agudeza de alfil.

Derechos reservados
Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo cuando están más secas las esperanzas.
Miguel de Cervantes Saavedra

[MARÍA HORTENSIA AHUMADA BARRAZA]

MUY TIERNO AMIGO POETA, ES UN PEQUEÑO ALIENTO HACIA EL PERSONAJE, MUY BUENO.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Y esta vez es un sutil, candoroso,  tierno y muy dulce el compartir mi querido Eliseo en "trozos exquisitos"  de Decimelas que hacen delicia no solo a la niña sino a todo aquél que lee estas hermosas estrofas dedicadas al chocolate!

Los niños nos enseñan mucho con sus ocurrencias y las toman tan en serio que enternecen a la persona  mayor.  Tanto su inocencia como la ternura son sentimientos que no los debiera perder el hombre mayor; y, vemos aquí que la niña con su deseo  "chocolatero"  hace que el hombre realmente no lo pierda.  Porque imagino el rostro del poeta,  ya que  para escribir así sea simple hay que pensar, evocar.   El poeta se remontó a su niñez,  evocó su chocolate preferido de un entonces,  acaso "SUBLIME"  que son deliciosos para satisfacer el deseo de su angelical solicitante.

Y esas son las cosas lindas de la vida que a pesar de los años, tal vez achaques, nos dan un momento de felicidad.  ¡Estos momentos son los que valen la pena recordar!  Me has hecho sonreír, la expresión de mi rostro cambió, hasta mi mirada.

Entonces vemos que  no solo al poeta ha disfrutado con la petición de la niña sino que este disfrute  se  ha extendido a más personas  que  leen, me hiciste  acordar a mi Sublime, que de niña me gustaba, no mucho  porque no me agradaba el dulce, pero ese chocolate Sublime si tenía que paladear  alguno,   era el único que yo escogía para saborear.

Realmente este poema me encantó Eliseo.

¡Cuántos mensajes y recuerdos guardados se sacuden felices!

Un abrazo,  mis congratulaciones!!