UNA HISTORIA DE NAVIDAD

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

UNA HISTORIA DE NAVIDAD

A sus siete años, el "pipiolo" no entendía eso que llamaban Navidad. Algunos de sus compañeros del callejón donde dormía le contaban historias sobre cenas y regalos. Él, a sus pocos años no conocía nada de eso. 
La lluvia interrumpió sus pensamientos y decidió salir y caminar un rato. Tenía en mente pedir algunas monedas para comprar un pan. El día había sido improductivo y a pesar de que hubo mucha gente en las calles, muy pocos se acercaron a él para darle una moneda.
Inconscientemente sus pasos lo llevaron a las grandes puertas de una iglesia y por primera vez en su corta vida se animó a entrar. En silencio y con pasos temerosos llegó al altar. Ahí levantó la vista y vio la figura de Jesús, sangrado y crucificado. Al verlo sus ojos se abrieron con asombro y en el centro de su estómago sintió un golpe seco.
No sabía el por qué... pero sintió una simpatía inmediata por aquél hombre y su dolor. 
De pronto un grito lo sorprendió y al voltear la vista vio a otro hombre, que le exigía saliera porque ya se iba a cerrar. 
El pipiolo salió para enfrentar nuevamente el frío y la lluvia.
Cubriendo su cuerpo bajo un techado, golpeaba sus pequeños pies en el suelo para poder entrar en calor.
Cuando se dio cuenta, una mujer tomó su mano y sin decir nada le dejó un puñado de dulces. 
No lo podía creer. Nunca había tenido tantos dulces para él solo.
Se apresuró para llegar al callejón pero la lluvia fue cayendo con más fuerza y lo obligó a refugiarse bajo un frondoso árbol.
Ahí, abrió un dulce y otro más, hasta terminarlos todos. Pensó que quizá las historias de Navidad que había escuchado eran verdaderas.
Acurrucándose sobre sí mismo, trató de cubrirse de la fuerza de la lluvia.
Al día siguiente el pipiolo fue encontrado muerto bajo el árbol. Su carita reflejaba una triste sonrisa.

Carlos Eduardo Lamas Cardoso
México
Derechos reservados.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Iris,

Muchas gracias por tus palabras.

Feliz año nuevo.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Beatriz,

No he tenido opción de leer La niña de los fósforos, pero en este instante buscaré.

Agradezco como siempre tus amables palabras.

Feliz año nuevo.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Elías,

Gracias por tu visita y detalle.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Mab,

Gracias por tu lectura y tus bellos detalles.

Saludos y bendiciones!