El POEMA PERDIDO
La habitación se encontraba completamente alborotada y con papeles tirados por todo el piso.
Ahí, sentado en esa húmeda frialdad, se encontraba el poeta. Las oscuras ojeras en su rostro y el cabello alborotado mostraban el cansancio de varias noches sin poder dormir. Preocupado, siguio buscando dentro de una caja trasparente que sostenía sobre sus piernas. ¡Nada!
¿Dónde lo habré guardado? Se preguntaba... Por un breve momento recordó alguna de las rimas exquisitas que había escrito y sonrió. Pero su sonrisa fue efímera, ya que no lograba encontrar ese pequeño trozo de papel donde en un momento de suprema inspiración plasmó su mejor poema; ese por el cual sería premiado y siempre recordado.
Finalmente se dio por vencido... sucumbió al sueño y al cansancio y durmió como si se encontrara en coma...
Cuando despertó, con toda calma tomó una hoja en blanco y una pluma de punto fino. La inspiración lo tomó de la mano y uno a uno fueron llegando a él los versos y las rimas, con sueños y fantasías... y con amor, mucho amor.
Al terminar leyó su bello poema, y lo volvió a leer. Reía a carcajadas entre cada rima y entre cada verso... reía enloquecido por el placer de haber terminado su obra maestra. Sus gritos de alegría retumbaban en las cuatro blancas paredes.
De pronto, el enfermero abrió la pequeña reja de la puerta, se asomó por un instante y la cerró nuevamente pensando, "pobre loco".
Carlos Eduardo Lamas Cardoso
México
Derechos reservados.
Comentario
Enrique,
Gracias por tu lectura y por tu comentario.
Saludos y bendiciones!
Luis Francisco,
Gracias por tus amables y generosas palabras.
Saludos y bendiciones!
Haydée,
Un gran gusto el que pases a leer.
Gracias por tus palabras.
Saludos y bendiciones.
Enrique,
Gracias por tu visita y comentario.
Saludos y bendiciones.
Celeste,
Gracias por visitar este espacio y por compartir tu bello poema.
Saludos y bendiciones.
Manuel,
Agradezco tu lectura.
Saludos y bendiciones.
Enrique,
Gracias por tu comentario.
Saludos y bendiciones.
Mamihega,
Agradezco tu lectura y tus palabras.
Saludos y bendiciones.
Iris,
Gracias por tus bellas y motivadoras palabras de siempre.
Saludos y bendiciones!
Beatriz Teresa,
Así es querida amiga. Cada quién lleva su propia locura. Gracias.
Saludos y bendiciones.
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