Llegó vestida ternuras, con capullos blancos en los labios, me preguntó ¿Quién eres? y me vistió su mirada, de nuevas alboradas. Llenó mi arca de tesoros, con dulces besos, miradas de miel y pasiones inusitadas. Con ella fui a la mar, y me refrescó con sus olas, me desvistió con sus besos y me dijo en silencio, ámame con el alma, que yo soy tu oda.
Autor: Marco González Almeida Venezuela 8 de julio del 2012 Derechos reservados
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