Poeta soy aunque envidie mi brillo la luna insidiosa, nací con un sol en mi cabeza, ángeles me sirven frutas de letras.
Este don me vino del cielo, me envolvió el alma por entero y yo no me daba cuenta del hechizo que en mí dejaba con sus palabras y grafemas, y solo escribía y escribía sosegada.
Llegó un día Erato a mi puerta, me enamoró con sus liras amorosas, me emborrachó con sus vinos y comencé a destilar mil poemas de amor. Luego, vino Minerva y con su sabiduría eterna me indicó donde poner las rimas y metáforas selectas.
No tengo la culpa que los dioses del Olimpo hayan sido los mecenas de mi Arte. Pero este estado no me hace ufanarme, pues soy mujer sencilla con los mismos huesos que todos; pequeña flor frágil favorecida del cielo, quizás sin merecerlo.
Soy poeta no estatua presa del ego marioneta, las ofrendas votivas que la vida me regaló las entrego a los lectores con toda la humildad del corazón.
Soy poeta, me gusta escuchar resonar estas palabras iluminadas en mi oído, porque me recuerdan, la sublime misión que este oficio encierra.
Soy poeta, cojo mi pluma, cargo tinajas de inspiración y me voy a la guerra.
Edith Colqui Rojas derechos reservados
Comentario
¡Eres Poesía amiga mía!
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