El águila sabe cuando es el momento
de empujar a sus crías, para el inicial vuelo
para ello, las hace rodar hasta caer al vacío
(Internet)
SOLEDAD…
¡DUELES SOLEDAD!
Cuando toscas escamas de la vida
obligan a volverme pez y hundirme
en la profundidad del mar en llanto,
se desplazan adarces y en su huida
aumenta el espumaje recio, firme
a fin de agarrotarme en el quebranto
Y siento frías aguas destempladas
remeciendo mi pena vana estólida
branquias estremecidas a orden santo
aspiran el oxígeno no halladas
ni en la penumbra ni en imagen sólida
solo la voz de un “nada” en mudo canto
Pausadamente cambian las esencias
y la piel con su arrojo coruscante
cual águila que empuja en la montaña
sus crías al abismo, sin clemencias
-para obligarlo al vuelo principiante-
Queda al ras del abismo que enmaraña
Y cae ¡Cae como los pichones
del águila que estamos platicando!
Mas al sentir caer ¡Oh mi gran viento!
¡Ay!... ¡Emerger siento dos grandes alones
¡Que del alma me están sermoneando!
¡Vuela! ¡Vuela! ¡Que mueres de tormento!
Beatriz Vicentelo
Derechos Reservados
Comentario
Gracias mi siempre admirada y QUERIDA Beatriz Ojeda!
Y al decirte "querida" amiga, me hace recordar también a una estrofa que leí de Balzac, creo que en su Piel de Zapa, donde decía que el ánimo se proyecta al sentimiento de amar, cuando ve una persona inteligente, primero la admira y ya la admiración es el inicial paso para conducirnos a ese bello sentimiento. El universo del hombre sobre todo el mental que influye en el sentimental, es increíblemente sorprendente.
Un abrazo desde el fondo del alma, mi siempre respetable dama!
Gracias Teodora querida, por tu gentil comentario!
Siiiiiiii la vida muchas veces te pone en la cuerda floja; estaba leyendo la otra noche a Tolstoi y él hablaba que el hombre era un constante equilibrista, que difícilmente logra una entera estabilidad en su paso, porque no depende del todo de él, puede ser muy diestro pero lo crucial radica en la cuerda de vida que siempre está en movimiento. En un lado la sostiene el destino y en el otro el azar... Interesantísimo amiga!
Busca en internet que también encontré por casualidad sus cuentos, hay uno formidable sobre ¿Cuánta tierra necesita un Hombre? Te sorprendes con su relato, qué de mensajes llegan a tu mente. Ese Tolstoi, era grandioooooso en su capacidad cognitiva!
Besos y abrazos querida mía!
Mi querida Betty, tu poema es fascinante. Con un lenguaje pródigo y exquisito nos llevas a través de emociones múltiples.
A veces la soledad nos aprieta la garganta, sin embargo los seres fuertes de espíritu, saben superarla. Así como el pichón de águila levanta vuelo cuando está llegando al suelo, el humano también puede hacerlo, si desea vivir.
Como siempre, tu poesía se destaca . ¡Una joyita!
Abrazos y besos querida amiga
Cuídate mucho
Gracias Benja ...
Un abrazo
Ciertamente mi querida Magnolia, yo creo que el hombre aprendió a nadar también cuando fue echado al mar, como se dice "in situ" se reacciona. Ante urgencias de soluciones, todo el organismo se aplica; o se logra o se fallece, pero un intento se manifiesta y se comprueba.
Gracias mi querida Magnolia, me complace tu presencia y tu siempre inteligente comentario.
Abrazos amiga mía.
"...cual águila que empuja en la montaña
sus crías al abismo, sin clemencias
-para obligarlo al vuelo principiante-
Queda al ras del abismo que enmaraña..."
La naturaleza siempre inspiradora, siempre ejemplar.
Muchas veces alguna dificultad nos está obligando de algún modo a volar.
Hermosa poesía apreciada Poeta.
Fraterno abrazo
Gracias Donald, muy amable!
Un abrazo
Bea, siempre es un placer pasear por tus letras. Gracias amiga por brindarme la oportunidad de sentir que la poesía es vida.
Donald
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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