Ya vengan a auxiliarme,
recojan los pedazos de niebla
que a veces somos al salir a los parques
a fumar un pitillo,
recojan la huesa que galopa en la noche
con su cara de yegua.
Ya vengan a inyectarme,
a darme el antibiótico que nos deja sin defensas,
a prisa,
a prisa, venga la ambulancia,
denme respiración de boca a boca
a ver si acaso.
Un martillito para el pulso, un jarabe
para la tos que te aniquila,
un tinte para tanta cana insistente.
Tráigame el Niño un camión de madera
y otro para mi hermano y otro para el menor.
Juguemos de chocar en el traspatio y su cemento olvidado.
Traiga el Niño una muñeca a mi hermana,
Traiga un naipe, un dominó,
el rompecabezas de un paisaje europeo.
Juguemos a monopolizar la cuadra, el barrio,
el distrito, el cantón,
el pobre país ya sin alamedas.
De un libro inédito
Drechs de autor reservados por ley
Comentario
Gracias, Delia, por tu comentario y el destacado, abrazos
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