ROMANCE SANTO
Tiempo de Semana Santa.
De plegarias y promesas.
Concilio de los apóstoles
para hacer la última cena.
Tiempo del felón de Judas.
por unas cuantas monedas.
Rostro de Jesús sufriendo
bajo el fuete que flagela.
Ante el Cristo Vivo, rezo.
y le comento mis penas.
La extraño, Señor, la extraño.
En mi vida vive inmersa
porque la quiero y la pienso.
Venero su piel morena.
y sus formas sugestivas
para idear cosas nuevas.
A sus torcazas sensuales
que el sujetador revienta,
porque quieren que mi boca
y mis manos se diviertan.
Sé que lo entiendes, Señor,
porque en tu credo navega.
Pues cabalgas en su cuello
siempre mirando la cuesta
y aunque estás en las alturas
a esa pendiente regresas.
Mis sueños la siguen viendo
linda, divina y coqueta,
como la dalia que brota
en tiempo de primavera.
Un cigarrillo en sus labios
deja el humo como estela
y al consumirse el cigarro
el cenicero se alegra,
ya que guarda los secretos
que la ceniza le deja.
Descansa sobre su piel
una túnica de seda,
que le susurra en el pecho
y le acaricia las piernas.
Cómo hago, Señor, cómo hago,
para no pensar en ella.
Su anatomía me gusta
y sus ojos me secuestran.
A veces en mi aposento
viendo la tarde que merma,
siento que está en la ventana
cuando la brisa me besa.
¡Ay! mi Dios dame un instante
para acariciarla entera,
aunque luego me condenen
lo que dispongan tus reglas.
Y el Cristo Vivo expresó:
no hay ninguna penitencia,
porque no existe pecado
cuando la pasión despierta.
Ella tiene el alma pura
y me parece que es buena.
Dile que vaya a mi templo
porque quiero conocerla
y entonces hay que llevarla,
para cumplir mi promesa.
Freddy Belisario Capella.
The Woodlands. Texas.
Abril 1/2021.
Comentario
Me gusta Freddy
¡Muy bello poema, Freddy!
La extraño, Señor, la extraño.
En mi vida vive inmersa
porque la quiero y la pienso.
Venero su piel morena.
y sus formas sugestivas
para idear cosas nuevas.
A sus torcazas sensuales
que el sujetador revienta,
porque quieren que mi boca
y mis manos se diviertan.
Sé que lo entiendes, Señor,
porque en tu credo navega.
Pues cabalgas en su cuello
siempre mirando la cuesta
y aunque estás en las alturas
a esa pendiente regresas.
¡Ay Freddy que singular ROMANCE!
No sé si reírme o qué ...! Aunque la risa se sale sin permiso ante este ruego medio rarito!
Pero ¡Vale mi buen caballero! Es un romance santo y PERFECTO!
Muy bien hecho, con todos sus versos octosílabos y la rima también excelente, ni hablar ESPLENDIDO en su estructura !
Felicitaciones, con sus correspondientes aplausos amigo mío!
Graciassssssssss
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