QUÉ SABE...Y A QUÉ SABE...

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

QUÉ SABE…Y A QUÉ SABE…*

Saben a boca nocturna, a sangre de víctimas

inocentes, mis huesos,

desde esa mañana en que nací,

hace cincuenta y cinco años.

 

Saben a herrumbre, a condena de náufragos

de la vida, mis esqueletos,

mis células, que bien se desgastaron

al mediodía de mi edad,

hace ya cinco lustros.

 

Saben, que nada saben,

mis neuronas, desde que

la justicia y la libertad

fueron violadas

impunemente

por los enemigos de mis huesos,

de tus huesos, de nuestros huesos.

(De eso ya hace siglos…)…

 

Saben que a nada saben,

los discursos de paz:

desde que,

hace más de medio siglo,

los utilizaron como papel higiénico

los conservadores,

y los neoliberales,

para firmar la guerra.

 

*Escrito inédito, de hace quince años.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Mil gracias por tu comentario y destacado, muy querida Aimée, ciertamente los actuales son tiempos de estupor en muchos sentidos, pero debemos salir avantes; te deseo una muy buena tarde de jueves, un feliz descanso y la preparación adecuada para un fin de semana familiar lleno de luz y amor!

[Juan Pedro Ribas Vlahovich]

Luego de una larga ausencia por motivos de trabajo me reencuentro comprendo y admiro tu exposición.

Nuestro trabajo en nuestro país es durísimo, parecería que el tema de la droga y la prostitución infantil que estamos investigando y tratando nos coloca fuera de la "ley" del sistema.

[Ma de los Angeles]

MUY BUENO AMIGO POETA, MUUY BUENO 

ME QUITO EL SOMBRERO, 

 (pienso en mi Cuba)

[Ingrid Zetterberg]

Muy buen poema, Benjamín....todo lo que dices en tus versos es cierto.  La justicia y la libertad fueron violadas hace siglos....desde que el diablo gobierna este mundo. Un saludo.

[Aimee Granado]

Gracias amigo por compartirnos este material inédito de hace 15 años, pero con una vigencia extraordinaria.

Son tiempos tan difíciles y efervescentes en medio de la adversidad climática y de la pandemia que nos afecta a todos y a pesar de ello siguen proliferando las beligerancias y el sentido de la paz cada vez es más lejano, se mira como un enigma, como una utopía.

Mientras, los poderosos salpicados por la corrupción son cada vez más ricos. 

Y la justicia y la libertad cada vez más sofocadas y violadas.

¿Cuánto más tendremos que pasar?

Gracias por este compartir tan profundo que toca de lleno nuestra sensibilidad, en momentos cruciales para el mundo de hoy.

 

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Mil gracias y bendiciones querida Delia Pilar; agradezco especialmente tu destacado; buena noche y muy feliz y saludable jueves!

[Delia Pilar]

¡Cuánta razón tienes, Benjamín! Estos poderosos de los negocios, que anteponen el dinero a cualquier necesidad humana,  no les interesa la paz.  La guerra para ellos es motivo de lucro, envilecidos están por lo material.  Buenísimo tu poema, honda sensibilidad muestras en estos versos. ¡Felicitaciones y gracias!