Saben a boca nocturna, a sangre de víctimas
inocentes, mis huesos,
desde esa mañana en que nací,
hace cincuenta y cinco años.
Saben a herrumbre, a condena de náufragos
de la vida, mis esqueletos,
mis células, que bien se desgastaron
al mediodía de mi edad,
hace ya cinco lustros.
Saben, que nada saben,
mis neuronas, desde que
la justicia y la libertad
fueron violadas
impunemente
por los enemigos de mis huesos,
de tus huesos, de nuestros huesos.
(De eso ya hace siglos…)…
Saben que a nada saben,
los discursos de paz:
desde que,
hace más de medio siglo,
los utilizaron como papel higiénico
los conservadores,
y los neoliberales,
para firmar la guerra.
*Escrito inédito, de hace quince años.
Comentario
Muy bueno poema reflexivo
Gracias
mary
¡Hasta Uruguay, mi agradecimiento por tu planteamiento estimado Juan Pedro, por desgracia el problema no es solo privativo de tu patria, el mundo en general tiene ahora una problemática común que toca en muchos sitios esos graves males que mencionas; admiro, sin conocer a detalle, lo qe hagas por allá en el bello extremo sur de nuestro continente y deseo que no bajes los brazos, ni pierdas cordura por los tropiezos o cortapisas encontrados; muy buena noche y feliz fin de semana!
Adolfo, en tus letras esta impreza la vida real, cotidiana de millones de seres alrededor del mundo.
Los políticos con su populismo ofreciendo soluciones, que saben de antemano que no podrán cumplir; los pueblos seguirán aferrándose a la fe, no tienen otra salida.
Un tema cruento que azota a este mundo impío.
Gracias por compartir este tema de actualidad. DD
A diario se escucha noticias de conflagraciones
en espacios tan lejanos a uno, pero calan tristemente nuestro ser,
porque uno imagina sufrimientos inconsolables en niños, jóvenes,
madres, con el alma destrozada y las llagas que sangran.
Es la ambición demoníaca por el poder, por avasallar a cuantos puede,
por expandir sus territorios,
como si al morir, alguien llevara un grano de arena.
Hay mucho odio, egoísmo, envidia, sembrados en la faz de nuestra Tierra.
Ojala, nosotros, como poetas, con esa nobleza que decimos tener,
nos comprendiéramos más,
sin censurarnos negativamente lo poco de nuestras letras,
que con entusiasmo y afecto compartimos,
porque total: es un bello hobby escribir en el Portal.
Gracias por tu reflexivo y hondo poema, Benjamín.
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