Una noche tormentosa,
una noche espesa y fría,
corría por la ladera
de los vientos agoreros:
una luz se prende allá
en lo alto del campanario
“nunca hay nadie ahí
a esa hora…¿qué hago?”
Frío en mis manos,
frío en mi pelo,
frío en el cuerpo,
fría el alma y mucho
mucho miedo; esa
noche fue terrible
y yo ahora lo recuerdo.
En mi infancia tuve miedo
porque no estaban mis
padres, ni mis hermanos
o abuelos: ¡solo, solo, solo!
Comentario
El miedo en la infancia Benjamin y la soledad
abrazo
La soledad, el miedo aterran mi apreciado amigo Benjamin. Felicito la inspiración de tu musa y recibe en la distancia, afectos y saludos desde mi Caracas/Venezuela.
Impresionante !!! abrazos poeta.
Hermoso poema querido amigo Benjamín.
Los miedos ... nos impiden avanzar
Cariños
La soledad es siempre tortuosa
Felicitaciones!
Gracias
mary
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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