¡Oh romancero gitano!
Escrito por el poeta más grande
de la península ibérica,
déjame mostrarle al mundo
mi pequeña inspiración
honrando así la memoria
de aquel insigne poeta,
Federico Garcia Lorca
Quiero tener un romance bañado bajo la luna,
ser mirado cada instante por los destellos de luz,
vivir un amor gitano al compás de los flamencos
nacidos bajo esa luz.
Quiero tener un romance, que ilumine las estrellas,
respirando la sonrisa del amor de las estrellas.
Caminar por una sierra preciosa,
que el aire bañe mi rostro en las noches taciturnas
de ese romance bendito,
romance bajo la luna.
Que mi gitana bendita me ilumine con sus ansias,
admirando con dulzura la rosa azul de su ser
antes de empezar de nuevo,
con mis alas desplegadas montado sobre un olivo,
aquella feroz reyerta,
que me regaló el destino entre el amor y el querer.
Ya muy lejos de Albacete,
allá en los montes benditos de mi región andaluz.
Ya estando más sosegado,
después de tanta emoción por esa feroz Reyerta,
con la luna de testigo,
ese mi bello romance en mí se quedó dormido.
Despertando de la nada ese romance sonámbulo,
que navega con amor el mar de tu corazón,
jineteando tus montañas con muchísima emoción.
Pero en ti, mi linda bella gitana
a veces con tu ternura,
voy descubriendo en tus ansias
esa belleza inocente, que nos mostró aquella monja,
la monja gitana ausente,
que miramos en la iglesia en aquella homilía
hablando de ser infiel.
Aunque ya ha pasado el tiempo,
tengo grabado en mi mente ese momento tan tierno
en que la sierva de dios, la monja gitana ausente,
les preguntó a las mujeres si todas eran casadas.
Y tú con muchísima dulzura la miraste a los ojos,
y me abrazaste muy fuerte diciendo con emoción,
hermana este es mi marido.
Y en esa noche noctámbula recordando ese momento,
te juré muy bajito y al oído, que mi amor sería eterno.
Que nunca te engañaría,
pues un romance bendito adornado por la luna,
lleno de su luz bendita
nunca te podría causar dolor de una pena negra.
Romance de pena negra,
que no llena los destinos.
Y en el día de San Miguel, le pediré a Dios bendito,
que bendiga nuestra unión,
nacida desde el amor en una noche bendita,
con la luna de testigo.
Viviendo nuestro romance, mi romancero gitano,
cantando una petenera en mi Granada bendita
Y pasadas muchas lunas el día de San Rafael,
visitaremos a Córdoba en plena luna de miel.
Pararemos en Sevilla en un día de San Gabriel,
a tomar las manzanillas de esa región andaluz.
Allí en la plaza de los remedios en el barrio Santa Cruz.
Y en esa luna de miel sentiremos la emoción
iremos a la maestranza a las corridas de toros
Tomaremos limonada,
pues lavaremos la honra del aquel gitano Camborio,
que por no luchar con brío lo encerraron en prisión
por robarse unos limones en los campos de Sevilla.
Pues tú mi amada gitana valiente de corazón,
honrarás así a tu estirpe
borrando de un solo golpe, aquel atroz prendimiento
de Antoñito, el Camborio,
en el camino de Sevilla por sólo cortar limones.
Le regresaras la vara a tu estirpe andaluza,
la misma vara de mimbre, que quebró el guardia civil,
doblando su línea recta
bajando la intensidad de ese Camborio bendito
Antonio Torres Heredia,
quien murió muy jovencito por lavar su honor marchito
a mano de sus primitos, sus cuatro primos Heredia,
que sellaron su destino cerca del Guadalquivir,
cuando vinieron de Benamejí en la provincia Córdoba
a solo ajustar unas cuentas.
Muerto de amor ya por ti recorreremos Sevilla
iremos a Maria Luisa cuando se acerque el otoño
viendo así en cada rincón muchas bayas invernales
preciosas rosas de otoño, que iluminan nuestras vidas,
que brotan desde el amor en este bello romance,
que se ha emplazado en mi vida.
¡Oh romance del emplazado!,
mete tu mano bendita para que mi amor perdure,
aleja de aquí a la muerte;
que nuestras vidas florezcan para cosechar los frutos,
que iluminen nuestras vidas, con la luz resplandeciente
de un amor que es infinito .
y así continuar paseando en el parque Maria Luisa.
Ya saliendo de Sevilla justamente en la frontera
antes de llegar a Huelva
descansaremos un rato en Santa Olalla del cala,
esa villa onubense situada justo en la orilla del hermoso río cala.
Un lugar de tradición donde todos los cristianos
siguen con mucho fervor,
el martirio de santa Olalla de mano de los romanos.
Santa Olalla fue una virgen, que por defender su fe
y a un solo Dios muy bendito,
se enfrentó con devoción
al gran imperio romano con la bendición de Dios
Ella fue martirizada por su pureza de amor,
ese amor tan puro y muy cristalino,
que es bendecido por dios;
no un amor perverso y malo manchado por la lujuria,
como el que tuvo Amnón por su hermana Thamar.
¡Oh romancero gitano!
Escrito por el poeta más grande de la península ibérica
déjame mostrarle al mundo este pequeño romance
nacido en mi corazón
inspirados por las letras de aquel excelso poeta
a quien honro su memoria
pues fuiste grande muy grande
mi estimado Federico García Lorca.
Autor Juan Andujar
Todos los derechos reservados
Safe Creative
02/09/2018 1809028252076
Comentario
Un gran poema, sí señor, el emplazado fue, García Lorca, emplazado para morir. El Romancero gitano es una de sus grandes obras, que yo leí en el instituto. Felicitaciones. Abrazos
Genial entrega de tu lira a nuestro portal de letras.
me dejas fascinada ante tanta belleza.
Has homenajeado al gran García Lorca con la intensidad de tu versar lleno de mágico encanto.
Es tan bello acercarnos a su obra emblemática y a su vida llena de avatares.
Federico García Lorca es junto a Cervantes el escritor español más universal y su Romancero Gitano es la obra más traducida de todos los tiempos. Asesinado por el fascismo en 1936, Lorca reivindica en su obra el derecho a la vida y al cuerpo.
La obra del granadino posee un fuerte componente social. Siempre fue consciente de la distancia entre su familia burguesa y el pueblo andaluz donde se crió. Para Lorca el gitano, aparte de fuente de inspiración, es un grupo humano que refleja la marginación, la alienación del hombre por el hombre.
En 1934 declaró: “Yo seré partidario de los que no tienen nada y hasta la nada se les niega”.
Parece claro, entonces, que conocía bien el sentimiento de ser un marginado en su tiempo, un incomprendido. En sus poemas son constantes los temas de frustración amorosa y de la amenaza de la muerte. Se mueve entre lo racional y lo visceral, lo inevitable de las fuerzas de la naturaleza; entre el dolor y el canto a la vida.
¡Honremos la memoria y la obra de un grande para la eternidad de las letras!
¡Felicitaciones estimado colega!
Un gran homenaje a uno de los grandes,
Federico García Lorca,
un lujo la lectura, mis felicitaciones.
Saludos cordiales.
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