Me olvidé de vivir.
Me olvidé de mi esencia
de mi pasión
de mis anhelos
y viví con la mirada en el hueco de los otros
los que nunca me quisieron en sus predios
y alteraron las verdades
con gemidos de mentiras.
Indiferencia corrompida hasta los tuétanos.
Indiferencia cruel que acuchilla mis mañanas
y me deja sangrando gota a gota
lacerada hasta la noche
donde el frío se arrodilla en mi ventana
y me mira con sus ojos de congoja.
Ese frío compañero de mi vida
se recuesta en los faldones de mi alcoba
anudando mi mirada con tinieblas.
Cuán oscura y decadente está la fuente
de los sueños que esperaron por plasmarse
esos sueños que corrieron en las noches
intentando encontrar nuevos amores.
Esos sueños del arcón que siempre triunfa
se han trabado en los palcos de la parca.
Nadie sabe el dolor que se ha instalado
en las trenzas de mi alma
despojada
de la guardia que velaba mis andanzas.
Yo fui libre unos días esperando
que las llagas del otoño disiparan
esta suerte maldita y hechicera
con sus dulces y gentiles alegatos.
Más los sueños que esperaron por plasmarse
se durmieron en los meandros de la noche.
Otra vez mi mirada está vacía
y no ve ningún motivo para entrar
en el círculo de aquellos que se pueblan
con amores y cantares celebrando
la crecida del amor con su constancia.
Me olvidé de vivir
descuidé mis primaveras sin retorno.
Y los sueños emigraron en sus trenes
que jamás regresarán
porque están muertos.
Beatriz Ojeda
Derechos Reservados
Comentario
"...y viví con la mirada en el hueco de los otros
los que nunca me quisieron en sus predios
y alteraron las verdades
con gemidos de mentiras..."
Escribes tantas verdades de la vida
que pareciera fueran reflejos de vivencias
que amuralladas se pertrecharon a nuestro lado
cuando solo eran puzles de hojas muertas.
FELICITO los preciosos mensajes de tu admirable inspiración.
Abracitos Beatriz.
Nadie sabe el dolor que se ha instalado
en las trenzas de mi alma
despojada
de la guardia que velaba mis andanzas.
Yo fui libre unos días esperando
que las llagas del otoño disiparan
esta suerte maldita y hechicera
con sus dulces y gentiles alegatos.
Amiga tantas veces nos hemos sentido así, que la primavera pierde su color y el otoño vitupera en la nostalgia.
Gracias por deleitarnos siempre con la inspiración plena que cargada de emociones nos toca el alma.
Un gusto tenerte entre nosotros con tus valiosas obras que son joyas para nuestro portal de letras.
Admirando tu talento, te felicito.
Un abrazo cordial.
Ussffff.... cuanta tristeza, se me encogió el corazón y sentí mucha pena, no por tus versos tan hermosos sino por mi....
Me gustó mucho leerte Beatriz. quise destacar una estrofa, pero no me decido por una, todas me resultan casi mías, en todas me veo
Gracias por la buena lectura
Besos y feliz jueves
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