Me gusta el silencio.

[Cecill Scott]

Me gusta el silencio.

La paz y libertad que he buscado desde siempre la encuentro en la soledad de mi silencio, es aquí en donde me encuentro, aquí me busco y me maravillo con mi presencia; tranquila, pausada, carente de violencias y distracciones mundanas que hagan de mí, un ser humano estresado.
La paz de mi verde valle cautiva mis pupilas a diario, de él, disfruto su silencio, el frescor de la tarde, la tibieza de su sol y el canto adormecedor de sus aves que planean en libertad frente a mi balcón.
Falta muy poco para que comience el otoño… ¡Como me fascina el otoño!
Realmente lo disfruto, gozo junto a él, para mí, ha de ser otoño todo el año. Brisa fresca durante todo el día, llegan las primeras lluvias del año que empaparan la reseca tierra dejada por el nefasto verano. El otoño es una renovación de la vida, se cae, se erradica, se muere lo malo y nace la nueva vida dispuesta a dar belleza en donde no ha existido desde hace mucho tiempo.
Caminar por las tardes sobre un suelo aterciopelado, tapizado de hojas secas, sentir el crujir bajo mis pies; es una sensación incomparable, hace estremecer todo mi cuerpo, lo llena de vitalidad y fuerza.
Pero también, me gusta vivir el día a día, disfrutar cada jornada haciendo lo que realmente amo, deleitándome con todo aquello que seduce mis sentidos y los hace viajar por el espacio y el tiempo.
Apasionada por la vida y la naturaleza en toda su magnitud; creación, vida y belleza. Infinita pasión por las letras, soñadora sin descanso cuya vida se pasea entre lo fugaz y lo eterno.
Cierra tus ojos, déjame tomar tu mano y juntos pasear por el bosque encantado, en donde la vida se respira, en donde las hadas cantan para nosotros y las aves hacen una fiesta sobre nuestras cabezas. ¿Los ves? ¿Ves los sutiles rayos de sol que se cuelan entre las ramas de aquellos pinos altos y verdes que reverencian nuestro paso? ¿Sientes la brisa que acaricia nuestros rostros? Si prestas atención, podrás escuchar el silencio de la inmensidad oscurecida del firmamento.

                                                            

Cecill Scott.