ME ESPERA UN DUENDE EN EL NORTE
Cada vez que voy al norte
un duende ronda la siembra
y va recorriendo el campo,
haga frío, sol o llueva.
Arrea los animales,
lleva el pasto, corta leña
y si alguno se desbanda
hay que ver como reniega.
Anda subido al tractor
abriendo surcos en la tierra,
trabaja de sol a sol
y ya pasó los ochenta.
A los ochenta y un años
todavía monta en pelo.
y es orgullo de las nietas
el galope del abuelo.
En su mirada de águila
se refleja un sentimiento.
y en la palma de su mano
queda apretado el afecto.
Nunca supo de boliches
su mundo fue trabajar,
en yerras, en pariciones
y la luna lo acaricia
cuando el sale a ordeñar.
Cada vez que voy al norte
un sentimiento me espera,
.un amor que es compartido
porque en el alma se lleva
un sueño que a la distancia
hará más larga la vuelta
y como en juego de sombras
le diviso la silueta
Lo veo andar por el campo
curando alguna bichera.
y junto a sus dos perros
venir arriando a la hacienda.
Martillando en la fragua,
afilando alguna reja,
o con el hacha en la mano
guapearle a las malezas.
Por eso es que cada vez.
vez que voy al norte quisiera
con un abrazo del alma
inyectar su fe en mis venas.
Como no me ha de gustar el norte.
si allá un duende me espera
y desde Colonia Dolores
hay alguien que por mi, reza.
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