MÍA, SIN ELLA

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

MÍA, SIN ELLA

Ella es mía...
como el aire inquieto que me toca y el agua de lluvia que me moja
tan mía como el melódico trino de las aves y la espuma alba de los siete mares

Y a pesar del hueco doloroso de su ausencia y a pesar de su olvido
es mía como el sonido lento de mis pasos y el eco hipócrita de mi sonrisa

Ella descansa en otro lecho y se refugia en otros brazos
se mira en otros ojos y sus besos los desperdicia inconciente en otros labios

Vivo pendiente de su risa colorida y de los giros alegres de su vida
de las lunas elegantes de sus noches
y del brillo inquieto de sus días

A pesar de vivir en mundos diferentes y a pesar de estar sin ella
es mía como el pálido brillo de la luna que guardo en mis bolsillos
mía como los versos amorosos de Neruda que repito hasta el hastío...
tan mía como su cadencioso caminar y como el pausado palpitar de su tibio corazón

Espero con ansia su regreso a pesar de saber que no vendrá
esperaré dos vidas por sus labios que muero en deseos ardientes por besar

El tiempo llevará a desgana nuestros pasos y algún día
quizá algún día, aquí o allá
entre sombras o entre luces
entre hielo o entre flamas,
siendo carne o siendo etéreos
ella y yo nos volvamos a encontrar

Carlos Eduardo Lamas Cardoso
México
Derechos reservados.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Iris,

Gracias por la amabilidad de tus palabras.

Saludos y bendiciones!

[Iris Girón Riveros]

Una ansiedad inmensa de afecto fluye en tus versos

estimado Carlos Eduardo,

pero cuando se quiere alejar en vuelo ingrato el ser amado,

es mejor dejarlo partir,

porque contra la razón, la voluntad y el desamor,

ya nada se puede hacer.

Saludos amigo.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

María Beatriz, 

Siempre gratas tus palabras. Agradezco tu visita y el tiempo que te tomas para plasmar tu sentir.

Saludos y bendiciones.!

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Espero con ansia su regreso a pesar de saber que no vendrá
esperaré dos vidas por sus labios que muero en deseos ardientes por besar

¡Ah mi querido amigo Carlos,  cuánta ansiedad dolorosa se siente en tus versos!  Cuando uno encuentra a una persona que nos llena en todo aspecto y por motivos x  se aleja,  nuestra alma sigue vibrando y aunque no sea nuestro o nuestra de alguna manera la sentimos de nuestra propiedad.  Una propiedad ajena,  una propiedad esquiva,  una propiedad lejana y aunque AUSENTE el alma la reclama con dolor y ansiedad.  Duele su alejamiento y duele mucho más saber qué está en otros brazos y que sus besos están dirigidos a una boca que no es la nuestra.

Me has emocionado con tus letras, con este transmitir tan hondo que en alguna oportunidad lo hemos sentido!  Pasará el tiempo amigo y solita el alma la va desprendiendo de su regazo!

Muy bello, emotivo y bastante sentimental!

Un fuerte abrazo